Un molino harinero de pergamino repelió a los palos una fiscalización del Ministerio de Agricultura

Cuatro inspectores de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario, que depende del Ministerio de Agricultura de la Nación, fueron ayer brutalmente agredidos cuando realizaban una inspección en un molino harinero ubicado en el parque industrial de Pergamino.

Política - Agro22 de febrero de 2020EditorEditor

Se trata de Carlos Bursi, Adrián Restuccia, Alejandro Terefelski y Patricio Francescotto, que, según indicó la cartera agrícola, "sufrieron amenazas de muerte, golpes de puño y palazos, cuando pretendían comenzar a labrar el acta, una vez finalizada la inspección del molino en la que detectaron irregularidades". El diario digital Primera Plana, de Pergamino, dio a conocer un video sobre el hecho.

 
Según pudo saber LA NACION, el molino harinero ya estaba suspendido pero igual seguía trabajando a pesar de que había informado que iba a discontinuar su actividad.

 
Al momento de presentarse los inspectores, la empresa tenía unas 250 toneladas de trigo para procesar. Los inspectores sospechaban de antes que la firma seguía trabajando pese a la suspensión. Cuando dijeron que la compañía no podía estar operando y procedían a poner la faja de clausura, apareció un grupo de personas con palos e increparon a los funcionarios de Agricultura.

 
 
Según informó la cartera agrícola, "las víctimas decidieron radicar la denuncia en la sede de Comisaría Segunda y en virtud de las heridas, la Fiscalía N°5 del Departamento Judicial Pergamino caratuló la causa como lesiones leves y amenazas".

 
El caso generó repudio desde la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), que calificó de "brutal agresión" lo ocurrido y que esa empresa es "desconocida por nuestra entidad". En una carta al ministro de Agricultura, Luis Basterra, agregó: "El artero ataque buscó evitar violentamente la inspección de rutina del personal mencionado, quienes habían detectado -investigación mediante- la clandestinidad con la que opera el presunto molino. FAIM repudia los actos de violencia antes referidos, y se solidariza con los funcionarios afectados, rechazando este tipo de actos mafiosos que toda la ciudadanía busca desterrar".

 
El gobierno anterior puso en marcha controles contra la evasión en el sector molinero, entre otras actividades. En este rubro se obligó a las empresas a instalar "cajas negras" para evitar la molienda en negro. Por esa medida, ya se blanquearon unas 400.000 toneladas. En el sector se evaden unas 750.000/800.000 toneladas.

Fuente: la nacion

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