Papelón: Caputo escapó del Congreso

La interpelación del Ministro de Finanzas Luis Caputo por su sociedad offshore en el Congreso terminó en escandalo

Nacional - Congreso04 de abril de 2018EditorEditor
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El ministro de Finanzas Luis Caputo se presentó este miércoles a declarar ante la Bicameral de Seguimiento de Contratación y Pago de la Deuda Exterior y su exposición terminó en un verdadero escándalo. En primer lugar, no pudo responder con precisión preguntas de la oposición y, en un momento, el funcionario decidió huir del recinto luego de que uno de sus asistentes le alcanzara a Gabriela Cerutti un pequeño papel manuscrito con la inscripción “mis hijas tienen 11 y 13 años, no seas tan mala” y la imagen de una cara sonriente.

Previo a la polémica, en la apertura de su informe, Caputo planteó que “es un honor y un gusto” ir al Congreso y valoró el hecho de tener un ámbito para explicar “temas de finanzas, que son muy técnicos y complicados en algunos casos”. “La idea es contar un poco de dónde viene el tema de la deuda, cómo estamos, cerrar un poco todo ese cuadro y después atender cualquier duda que puedan tener sobre este o cualquier otro tema”, añadió.

Ratificando la línea de discurso oficialista, el ministro planteó que el objetivo principal del gobierno de Mauricio Macri es el descenso de la pobreza por la vía del “gradualismo”, apuntando a sentar las bases para un crecimiento “de 20 o 30 años” para lograr salir del “sube y baja” que caracterizó a los períodos de crecimiento “volátil” de los últimos 75 años, que han hecho que más gente caiga bajo la línea de pobreza, aumentando la brecha social. “Hay que cerrar la brecha social con un crecimiento inclusivo”, insistió. Esto se lograría a partir de tres componentes básicos: una macroeconomía ordenada, reglas de juego claras y inserción inteligente en el mundo.

En cuanto a la macroeconomía destacó la importancia del equilibrio fiscal y la necesidad de bajar la inflación. Recordó la “herencia” de un déficit primario (antes de pagar intereses de deuda) de 5,5 puntos del producto y aseguró que como no era viable aumentar más los impuestos desde un nivel muy alto de presión tributaria se impone la necesidad de reducir el gasto: “Reducir 5,5 puntos de déficit primario de golpe, en un año o dos, inevitablemente iba a tener un impacto en la gente que menos recursos tiene. Tratamos de evitar eso. Tener una política gradual quiere decir que vamos a reducir el déficit fiscal a razón de un punto por año. Eso nos va a demandar cinco años”.

Acerca del volumen total de la deuda externa afirmó que hoy está en torno al 30% respecto del PBI, por lo que “es una de las más bajas de la región”. Se trata sobre todo de deuda con el sector privado más organismos multilaterales, que es la que está sujeta a refinanciamiento. Y añadió: “La preocupación es entendible porque en Argentina nos hemos quemado tantas veces con el tema que sería tonto no entender la preocupación ya que el financiamiento terminó muchas veces mal en el país así que es razonable explicar porqué esta vez va a ser distinto”.

Luego explicó: “Lo primero que hay que entender es que uno se financia porque tiene déficit. Es el componente principal. La deuda es el reflejo del déficit. Lo que tenemos que bajar es el déficit. Cuando uno habla del ritmo de la deuda, lo que tiene que mirar es el ritmo en que baja el déficit”. Y reconoció que no se puede “tener este ritmo de deuda por los próximos 10 años, ni por 5”, por lo que el ministro Nicolás Dujovne “definió metas de déficit fiscal que van a ir bajando de a un punto de producto por año hasta el equilibrio fiscal”.

Caputo también destacó que la vuelta de Argentina al mundo se basó en que “pudimos generar un optimismo en el mundo sobre que estábamos yendo hacia las políticas correctas y reducir las tasas de financiamiento hacia los niveles más bajos de la historia” y recordó que se llegaron a pagar tasas de hasta el 15% a Venezuela. Respecto de los inversores externos afirmó que “se sienten absolutamente contentos con las políticas que estamos siguiendo y creen que el gradualismo es razonable y están acompañando este proceso”, lo mismo que las calificadoras internacionales de riesgo que han subido al país “seis escalones en calificación crediticia”, quedando solamente a cuatro del “grado de inversión”. En ese sentido, aseguró que Argentina está tratando de ser “un país normal” que simplemente aplica las políticas que han demostrado que son efectivas en el resto de los países del mundo. “Estamos yendo por el camino correcto y cada año vamos estar mejor”, aseguró.

Mayans recordó que la ley obliga a presentar el detalle de la deuda adquirida desde 2016, incluyendo  intereses, comisiones y todos los datos necesarios para poder informar permanentemente a las dos Cámaras, informe que Caputo se comprometió a presentar.

El secretario de Finanzas, Santiago Sili, afirmó que los informes trimestrales establecidos por la ley de holdouts se vienen entregando puntualmente al Congreso y, ya en el área de preguntas, el Kicillof denunció que estos informes nunca llegaron a los diputados. El ex ministro de Economía del kirchnerismo, en una de las intervenciones globalmente más polémicas, también anticipó la intención de volver a citar al ministro cuando se conozcan los detalles sobre la deuda y los pagos a los holdouts o fondos buitre y denunció la ampliación de otros 5 mil millones de dólares de deuda a pesar de que se había afirmado que por este año ya no se tomaría más deuda. Además pidió informes detallados sobre el total de la deuda emitida “por orden de Macri” ya que “Argentina batió récords mundiales históricos en emisión de deuda” con aproximadamente 200 mil millones de dólares, generando también una fuga de capitales récord (alrededor de 30 mil millones de dólares). “El peligro es que la deuda se vaya por el canal de la fuga, no contribuyendo al crecimiento ni al bienestar”, afirmó. A este fenómeno se suma otro récord, el de carry trade o “bicicleta financiera”, que constituye un “riesgo altísimo” que se suma al déficit más alto de la balanza comercial desde los años 90.

Kicillof denunció que ya se “cambiaron dos veces las metas de déficit financiero” por el crecimiento de intereses de deuda e ironizó acerca de que, según las previsiones oficiales, “todo empezaría a mejorar a partir de 2020, cuando ustedes ya se van”. Por último, el ex ministro afirmó que las off shore son “instrumentos para el delito”, denunció el problema de que “los ministros del Gobierno tengan empresas off shore y no las declaren y nos enteremos por filtraciones”, preguntándole si tiene más empresas en paraísos fiscales que las ya conocidas. También afirmó que hoy el problema de que un financista esté en el Ministerio que emite la deuda implica que el país le paga comisiones “a todos conocidos y amigos suyos”, lo que entra en contradicción con la Ley de Ética Pública.

A su turno, Caputo trajo a colación el tema del “dólar futuro”(donde “esencialmente se me acusa a mí y a mi mujer donde se nos acusa de haber ganado 30 millones de pesos” y aseguró que no ganaron “nada”) porque consideró que es un “muy buen ejemplo de mi comportamiento como ciudadano” ya que vendió todos sus “contratos a futuro”, decidiendo no beneficiarse personalmente. En este punto denunció que en su momento el kirchnerismo estaba “vendiendo activos del estado a un valor 30% menor a lo que el mercado estaba dispuesto a pagar” porque al vencimiento “ellos ya no iban a estar”. Con este ejemplo intentó demostrar que si lo que buscara fuera un enriquecimiento personal se hubiera quedado en el sector privado.

Respecto de la toma de deuda, aseguró que la deuda neta subió en algo más de 60 mil millones de dólares desde la asunción del gobierno de Macri, aclarando que los “200 mil millones que menciona Kicillof incluyen el refinanciamiento, porque dos de cada tres emisiones son refinanciamiento”. En cuanto al riesgo del financiamiento reconoció que el mayor es la “dependencia externa” por lo que hay que reducirla, apostando al crecimiento del ahorro interno.

También desmintió haber manejado fondos de otros funcionarios del gobierno a través de off shores y recordó que “hay un libro escrito” sobre los Panamá Papers “que en la primera página habla de Cristina Kirchner”. “Igualmente aclaro que el tema de las off shores no es delito, el único tema es tenerlas declaradas. Piensen en las off shores como una caja de seguridad, donde lo que uno tiene adentro lo puede tener declarado o no, pero eso no convierte a las cajas de seguridad en malas. Simplemente cada uno debe ser responsable de lo que guarda ahí y tenerlo declarado”, añadió. En su caso particular, aseguró que tiene todo “bien declarado” en la Oficina Anticorrupción y en la AFIP y en cuanto al informe de la SEC estadounidense afirmó que sólo era un “tenedor fiduciario” de las empresas off shore, por lo que no era su obligación declararlas. “No tengo nada que ver con Noctua”, concluyó. También descartó sus vínculos con el fondo de inversión Axis desde antes de asumir su cargo público y recordó que ya desde diciembre hay un fallo judicial que desestimó una denuncia en su contra por ese tema, por lo que no tiene sentido que los legisladores sigan “haciéndose eco” de esas denuncias y continúen “difamando”.

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