El ejecutivo señaló, en particular, “la excesiva publicidad” de los coches eléctricos y la falta de una valoración adecuada de las consecuencias del despliegue generalizado de la movilidad cero emisiones en el sistema económico japonés.
Toyoda, en primer lugar, criticó a los partidarios de los vehículos eléctricos porque, al evaluar la sostenibilidad de esta tecnología, no tienen en cuenta las emisiones de dióxido de carbono producidas por la generación de electricidad y, aún más, los costes sociales de la transición energética.
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