Un Papa duro con las corporaciones

El papa Francisco reclamó por el salario universal, la reducción de la jornada laboral y la liberación de las patentes de las vacunas

Economía - Internacional 17 de octubre de 2021 Editor Editor

IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares, 16 de octubre de 2021 El Mensaje del Papa Francisco a los participantes en la Segunda sesión del IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares

Durante el IV Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, el papa Francisco envió un mensaje grabado en el que interpeló a las “corporaciones globales” y reclamó a los gobiernos un Salario Básico y Universal y reducir la jornada laboral de 8 a 6 horas, una propuesta que en nuestro país ya se debate en la CGT, y que la diputada del Frente de Todos y dirigente de la Asociación Bancaria, Claudia Ormaechea, propuso en el parlamento.

En su intervención ante los delegados de los movimientos populares, el jefe de la iglesia católica los llamó “queridos poetas sociales”, y los convocó a “salir mejores de esta crisis signada por el descarte y la exclusión que la pandemia por COVID-19 ha profundizado”.

En uno de los pasajes más salientes, Francisco dijod que después de analizar la situación de desigualdad y de extrema vulnerabilidad por la que pasa un gran porcentaje de habitantes del planeta podía volverse “pedigüeño” y entonces pasó a pedir en nombre de Dios.

A los grandes laboratorios les solicitó “que liberen las patentes” y que “tengan un gesto de humanidad y permitan que cada país, cada pueblo, cada ser humano tenga acceso a las vacunas. Hay países donde sólo tres, cuatro por ciento de sus habitantes fueron vacunados”.

A los grandes grupos financieros y a los organismos internacionales de crédito les pidió “en nombre de Dios que permitan a los países y condonen esas deudas tantas veces contraídas contra pobres garantizar las necesidades básicas de su gente los intereses de esos mismos pueblos”.

 
“A las grandes corporaciones extractivas —mineras, petroleras—, forestales, inmobiliarias, agro negocios” les pidió “que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas, de contaminar los ríos y los mares, de intoxicar los pueblos y los alimentos”.

A las grandes corporaciones alimentarias, que “dejen de imponer estructuras monopólicas de producción y distribución que inflan los precios y terminan quedándose con el pan del hambriento”.

A los fabricantes y traficantes de armas, que “cesen totalmente su actividad”. A los gigantes de la tecnología les reclamó que “dejen de explotar la fragilidad humana, las vulnerabilidades de las personas, para obtener ganancias, sin considerar cómo aumentan los discursos de odio, el grooming, las fake news, las teorías conspirativas, la manipulación política”.

Fuente: infobae