Economía con sensibilidad: “No es posible un proyecto de desarrollo sin la intervención del Estado”

Tres economistas analizaron el modelo de gestión y proponen una agenda productivista y con presencia estatal para generar un esquema de crecimiento y reactivación del consumo

Economía 18 de octubre de 2018 Editor Editor
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 “No existe proyecto económico que funcione sin una redistribución.” La afirmación rotunda corre por cuenta de Lucía Cirmi Obón, economista, docente de la UBA, con una Maestría en Flacso y vinculada con el Instituto Internacional de Estudios Sociales (ISS) de la Universidad de Erasmus de Rotterdam. Junto con sus colegas economistas Agustina Gallardo y Valeria Mutuberría, fueron convocadas por BAE Negocios para analizar el camino económico que tomó el Gobierno de Mauricio Macri y evaluar alternativas.

Lucía Cirmi Obón, Agustina Gallardo (economista de UBA y docente) y Valeria Mutuberría (magíster en Economía Social y asesora de organizaciones) comparten la mirada acerca de la necesidad de que el Estado intervenga para regular las relaciones entre los actores y su tarea de investigación en el Centro Cultural de la Cooperación. “El macrismo le vendió a la sociedad que era posible un proyecto de desarrollo sin la intervención del Estado, dejando que el mercado arregle las cosas. Ahora, para el año que viene esperan un poco de fantasía económica cerca de las elecciones, pero ya su organismo rector, el Fondo Monetario Internacional ( FMI), les advirtió proyecciones negativas”.

Gallardo agrega que el desplome de las mediciones económicas tiene su raíz en “la combinación entre un programa malo y una mala implementación de esas medidas” ya que Cambiemos “planteó una liberalización que iba a impulsar la producción, el empleo y las exportaciones” pero “cayeron todas las estadísticas”.

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“Los controles financieros se fueron a un nivel de liberalización que no se encuentra en otra parte del mundo. El grado es tal que desnuda todos los problemas de restricción externa que existen”, explicó en diálogo con BAE Negocios y deslizó: “En materia productiva, el macrismo fracasó en sus propios términos”.

Los vínculos con el FMI

La clave económica de los últimos meses estuvo colocada en la relación con el Fondo Monetario Internacional, que salió en auxilio a partir de un acuerdo sellado con el ministro Hacienda, Nicolás Dujovne. En el análisis de Cirmi, la “confianza del mundo” que menciona el Gobierno significa que el modelo nacional entró en un “terreno de disputa” mundial en el que los países desarrollados con aconsejan “lo contrario” a sus políticas activas.

“En la lectura que hace la administración local hay dos elementos: el primero es que la clase política que nos gobierna está formada en una teoría económica que compra concretamente los discursos del liberalismo, mientras que el segundo es que existe un colonialismo mental que piensa que Argentina está mucho más abajo del ranking mundial de lo que está.”, evaluó.

Lucía Cirmi Obón
En este sentido, apuntó a que el Ejecutivo busca un modelo de salario real barato que no funcionó y en la misma línea Gallardo criticó el “convencimiento” de que “con su propio discurso empresarial y liberal del fin del populismo, iban a traer inversiones” pero apuntó a que “con un Estado más chico, con ajuste y despidos es improbable”.

Y continuó: “El FMI te pone en el lugar de negociar un paquete de política cambiaria que no venía dentro de los parámetros del macrismo. Te exige que no intervengas y te obliga a apresurar decisiones”.

La independencia que no sirve

En el concepto de un Banco Central “independiente”, se le encargó a la autoridad monetaria la “lucha contra la inflación”. Pero, para las economistas, ni los instrumentos que manejaba el ex titular de la entidad Luis Caputo ni la política monetaria actual que aplica Guido Sandleris servirán para solucionar el problema estructural inflacionario.

Gallardo aseguró la inflación “es una disputa” y que la concepción de “secar la plaza de pesos y que la gente se arregle como pueda” deja en evidencia “quiénes son los grandes ganadores de este modelo. Los nuevos anuncios vienen a reafirmar el proyecto. Es la receta. Si no estás dispuesto contener las tarifas o a disponer retenciones que son las que permiten controlar el precio de los alimentos cuando se devalúa, no existe una contención”, afirmó.

Por su parte, Mutuberría definió a los ciudadanos como “cautivos y cautivas” ya que “si hay una baja en el dólar, los alimentos, las tarifas y las viviendas, que están dolarizadas; no disminuyen sus precios”, por lo que “sin subsidios o compensaciones, el lucro le gana a la calidad de vida de las personas y la inflación, se estanca”.

Valeria Mutuberría
La economía está formada por personas

Salir de la recesión “va a costar mucho tiempo”, coincidieron las especialistas pero “hay que dar el debate de los proyectos e involucrar a la ciudadanía en la cuestión política”, argumentó Mutuberría y puso como ejemplo la tarea de las cooperativas: “Más allá de la complejidad económica hay un montón de prácticas en el territorio de la economía popular que denota claro la articulación entre lo macro, lo meso y lo micro”.

“Los sectores populares generan un montón de prácticas y de riqueza económica totalmente invisibilizada. Ellos son los que están sosteniendo parte de los derechos y los recursos. Si no hubiese esa organización popular y comunitaria la historia sería otra. Las cooperativas sostienen una forma de organización de la producción, del consumo y hasta de acumulación”, resaltó.

En el plano de los sectores productivos, Gallardo apuntó a discutir la falta de sostenimiento de una política de empleo público e industrial que el Estado desarma de forma continua. “Las empresas que se caen no se recuperan rápido. La política de empleo debería verse en términos sociales ya que ni siquiera la mantienen en términos de su propia gobernabilidad. Los puestos que se pierden podrían llegar a 100.000 a fin de este año. Y eso se suma a la inflación y a los despidos en el Estado”.

Desde la mirada de Cirmi, la política social no funciona como contenedora ya que cambió de ser una “política económica” a un “paliativo” más de “beneficiencia o emprendedurismo” y, en este contexto, “los que pueden triunfar son muy pocos” ya que “solo o sola una persona no puede contra la macroeconomía abrumadora que circunda”.

“No hay crédito que reemplace un derecho. Se necesitan políticas sociales activas y un piso de protección social y sobre eso, algunos armarán un proyecto productivo y otros no”, deslizó y planteó: “Las asignaciones sociales que mantuvieron desde el gobierno anterior fueron efectivas porque hubo transformaciones en el mercado de trabajo”.

“El mercado son personas, si hay espacio fiscal y si hay espacio para armar otro modelo de país. En el medio se tiene que trabajar por la igualdad y para eso hay que regular. No hay que comerse el discurso de que este es el único camino”, concluyó Cirmi.

FUENTE: DIARIO BAE

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