“La venta de notebooks cayó 70% y 2018 cerró como el peor año desde 2004”

#RecesionInformatica Así lo afirmó Juan Martín, CEO de Lenovo. La devaluación y las altas tasas de interés impulsan el derrumbe de la venta de computadoras portátiles en el año pasado.

Política - Industria 08 de enero de 2019 Editor Editor
dcc070119-017f01.jpg_1323034311

En el corporativo no fue tan importante la caída; después de las dos devaluaciones, se redujo un 25%. Y en el último trimestre se recuperó, por la ejecución del presupuesto de las empresas. Frenaron compras en momentos de devaluación, pero luego las concretaron.

-¿Cómo afectó este escenario a Lenovo? ¿Qué estrategias están implementando?

-Somos la marca Nº1 de la Argentina y sufrimos la caída, con una baja de 40% en volumen. Buscamos sostener el negocio creciendo en nuevos mercados y segmentos, sobre todo enfocados en ventas corporativas. Nos estamos expandiendo en el interior del país, para apoyar a su industria, sobre todo a Pymes de minería y energía, que necesitan renovar equipos, y servicios financieros, sectores que tienen saldo favorable por exportaciones y pueden invertir. También al sector educativo privado.

-Al ser importadas, ¿la devaluación impactó de inmediato?

-No, fue más paulatino, porque el mercado no puede absorber el 100% del impacto. Los precios aumentaron de 70% a 75%. Al ese impacto se sumó el fin de la financiación; en productos de consumo que además estaban mucho más caros y son vendidos en un 70% en cuotas, las ventas se tornaron inviables. Las computadoras no son ya tan accesibles. Para las Pyme también la financiación es importante, están en una situación financiera y de trabajo compleja.

-A 20 meses de la quita del arancel a la importación de notebooks, ¿qué balance hace?

-El balance es positivo, más allá de los últimos seis meses. Permitió introducir productos de diseño y de última tecnología con lineal completo. Cuando se quitaron los aranceles los productos fueron más accesibles y se potenció el mercado en 2017, con un aumento de 45% en volumen, a 1,79 millones de equipos, entre PC y notebooks.

-Si las notebooks se siguieran haciendo acá, ¿la devaluación no habría impactado tanto?

-La producción local era dependiente de insumos importados, dolarizados, y la logística en la Argentina no es barata. Así que también hubiese sido un desafío vender productos locales en este momento.

¿Cuáles son las expectativas a nivel mercado para 2019?

-Es difícil hacer proyecciones. En 2018, el año cerró en 916.000 unidades, entre desktops y notebooks, según datos proyectados de IDC; es el mercado más bajo desde 2004 y significa una caída

-¿Qué factores pueden ayudar a ese repunte?

-Hasta abril, cuando se negocian y cierren paritarias, esperamos que la macroeconomía se normalice, con tasas a niveles más razonables. Y esperamos que la gente recupere poder adquisitivo para que pueda volver a comprar tecnología.

-¿Qué expectativas tiene sobre la evolución de la economía para este año?

-Para 2018 teníamos ciertas expectativas, esperábamos que la economía se comportara de cierta manera y no sucedió. Había variables que no mirábamos del todo y sorprendieron. Hay cosas por hacer a nivel local, pero también impactan otras externas. A nivel interno, se debe resolver el déficit, equilibrar las cuentas e impulsar un crecimiento que le permita al Estado financiarse y quitar presión a las tasas de interés. Quiero creer que ya pasó lo más duro. En informática ya tocamos un piso y creo que debemos empezar a levantar. A nivel país también quiero creer que sí.

Fuent: el cronista