
La T se adueño de la UIA y la UIPBA: Puso todos los alfiles a controlar los industriales
Con el aval de Techint, un industrial bonaerense asume y buscará un diálogo más fructífero con el Gobierno. Dólar, importaciones e impuestos en la agenda.
#RecesionInformatica Así lo afirmó Juan Martín, CEO de Lenovo. La devaluación y las altas tasas de interés impulsan el derrumbe de la venta de computadoras portátiles en el año pasado.
Política - Industria08 de enero de 2019En el corporativo no fue tan importante la caída; después de las dos devaluaciones, se redujo un 25%. Y en el último trimestre se recuperó, por la ejecución del presupuesto de las empresas. Frenaron compras en momentos de devaluación, pero luego las concretaron.
-¿Cómo afectó este escenario a Lenovo? ¿Qué estrategias están implementando?
-Somos la marca Nº1 de la Argentina y sufrimos la caída, con una baja de 40% en volumen. Buscamos sostener el negocio creciendo en nuevos mercados y segmentos, sobre todo enfocados en ventas corporativas. Nos estamos expandiendo en el interior del país, para apoyar a su industria, sobre todo a Pymes de minería y energía, que necesitan renovar equipos, y servicios financieros, sectores que tienen saldo favorable por exportaciones y pueden invertir. También al sector educativo privado.
-Al ser importadas, ¿la devaluación impactó de inmediato?
-No, fue más paulatino, porque el mercado no puede absorber el 100% del impacto. Los precios aumentaron de 70% a 75%. Al ese impacto se sumó el fin de la financiación; en productos de consumo que además estaban mucho más caros y son vendidos en un 70% en cuotas, las ventas se tornaron inviables. Las computadoras no son ya tan accesibles. Para las Pyme también la financiación es importante, están en una situación financiera y de trabajo compleja.
-A 20 meses de la quita del arancel a la importación de notebooks, ¿qué balance hace?
-El balance es positivo, más allá de los últimos seis meses. Permitió introducir productos de diseño y de última tecnología con lineal completo. Cuando se quitaron los aranceles los productos fueron más accesibles y se potenció el mercado en 2017, con un aumento de 45% en volumen, a 1,79 millones de equipos, entre PC y notebooks.
-Si las notebooks se siguieran haciendo acá, ¿la devaluación no habría impactado tanto?
-La producción local era dependiente de insumos importados, dolarizados, y la logística en la Argentina no es barata. Así que también hubiese sido un desafío vender productos locales en este momento.
¿Cuáles son las expectativas a nivel mercado para 2019?
-Es difícil hacer proyecciones. En 2018, el año cerró en 916.000 unidades, entre desktops y notebooks, según datos proyectados de IDC; es el mercado más bajo desde 2004 y significa una caída
-¿Qué factores pueden ayudar a ese repunte?
-Hasta abril, cuando se negocian y cierren paritarias, esperamos que la macroeconomía se normalice, con tasas a niveles más razonables. Y esperamos que la gente recupere poder adquisitivo para que pueda volver a comprar tecnología.
-¿Qué expectativas tiene sobre la evolución de la economía para este año?
-Para 2018 teníamos ciertas expectativas, esperábamos que la economía se comportara de cierta manera y no sucedió. Había variables que no mirábamos del todo y sorprendieron. Hay cosas por hacer a nivel local, pero también impactan otras externas. A nivel interno, se debe resolver el déficit, equilibrar las cuentas e impulsar un crecimiento que le permita al Estado financiarse y quitar presión a las tasas de interés. Quiero creer que ya pasó lo más duro. En informática ya tocamos un piso y creo que debemos empezar a levantar. A nivel país también quiero creer que sí.
Fuent: el cronista
Con el aval de Techint, un industrial bonaerense asume y buscará un diálogo más fructífero con el Gobierno. Dólar, importaciones e impuestos en la agenda.
Son dos históricas marcas que tenían locales propios en los principales shopping del país. Los comunicados de las empresas y cuál es el efecto de la liberación de importaciones en el sector.
El gobierno de Javier Milei anunció una reducción drástica de los aranceles a la importación de ropa y calzado, argumentando que esto ayudará a frenar la inflación y mejorar la competitividad. Sin embargo, la Unión Industrial Argentina (UIA) y el sector textil denunciaron que la medida pone en riesgo miles de empleos y debilita la producción nacional, permitiendo una competencia desleal con productos importados.
Mientras la crisis golpea a los sectores populares, el poder económico, encabezado por las grandes corporaciones, el sector financiero y la agroexportación, se enriquece mientras el gobierno de Javier Milei reprime las protestas. Con una UIA pasiva, AEA empujando la desregulación y las pymes al borde del colapso, el país se encamina hacia un modelo de ajuste brutal que solo beneficia a los más poderosos.
En un nuevo ataque al sector productivo, el presidente Javier Milei despreció a la industria nacional y su rol en la economía. Mientras tanto, la Unión Industrial Argentina (UIA) se mantiene pasiva, sin enfrentar las políticas que están provocando cierres de fábricas, despidos y recesión. La falta de reacción genera inquietud en los empresarios que ven cómo su sector se debilita ante la apertura indiscriminada de importaciones.
La automotriz General Motors confirmó la desvinculación de más de 300 trabajadores en su planta de Alvear, Santa Fe. La decisión se suma a la ola de despidos que golpea al sector industrial, agravada por la caída del consumo, la apertura de importaciones y la recesión provocada por el modelo económico de Javier Milei.
En plena crisis económica, Viterra, Cargill y Cofco, tres multinacionales con capitales extranjeros, concentraron el 40% del total exportado del agro argentino en el ciclo 2023/24, según datos oficiales. El fenómeno acentúa la extranjerización del comercio exterior, debilita la soberanía alimentaria y deja a las pymes agroindustriales en desventaja frente a gigantes con ventajas impositivas, logísticas y financieras.
Scott Bessent estuvo con Milei en la Rosada y rechazó una línea de crédito como había filtrado el gobierno.
Fallece el Papa Francisco. El mundo pierde a un líder del pueblo.
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Se trata de Robert Prevost, crítico de las deportaciones de Trump y muy cercano a las ideas de Francisco. Se llamará León XIV. Es de Chicago, vivió 25 años en Perú y habla perfecto español.