Quién es el empresario que bajó su sueldo para repartirlo entre sus empleados

El estadounidense Dan Price dice que su modelo funciona y reveló los resultados que ha obtenido gracias a una decisión de la que no se arrepiente.

Economía - Internacional 25 de septiembre de 2021 Colaborador Colaborador
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Seis años después de que el fundador y director ejecutivo de la compañía estadounidense Gravity Payments, Dan Price, redujera su propio salario para aumentar el de sus empleados, ahora muestra los excelentes resultados que ha obtenido e insta a otros empresarios a seguir sus pasos.

A mediados de 2015, Price decuduñi reducir en un 93 % su salario anual, que ascendía a un millón de dólares, e incrementó el de sus trabajadores para que ganaran no menos de 70.000 al año. En una reciente entrevista con CBS News, el empresario reveló que su política no ha cambiado y la gente sigue teniendo los mismos beneficios.

Contrario a lo que muchos críticos advirtieron en ese momento, ante una decisión considerada riesgosa, la firma de procesamiento de pagos está prosperando e incluso ha triplicado su fuerza laboral, mientras que la tasa de rotación de personal se ha reducido a la mitad.

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Si bien en un inicio Price tuvo que adaptar su estilo de vida, e incluso vender una segunda casa que tenía y recurrir a sus ahorros, ahora asegura que no necesita de tanto dinero para vivir y ha comprobado los beneficios que esto trajo para su compañía, como por ejemplo tener empleados muy leales.

Recuerda que cuando se inició la pandemia del Covid-19, la empresa pasó por un momento difícil al perder un 55 % de sus ingresos. Sin embargo, su equipo aceptó voluntariamente un recorte salarial temporal, lo que les permitió seguir adelante. Al mejorar la situación, fueron compensados.

En vista de las evidentes ventajas que su política trajo para la empresa y para la vida de los trabajadores, Price está instando a que otras compañías hagan lo mismo, al tiempo que lamenta que ninguna gran corporación haya tomado esa iniciativa. "Mis empleados han hecho por mí mucho más de lo que yo podría hacer por ellos", concluyó, recordando el automóvil Tesla modelo S que le regalaron sus trabajadores como muestra de afecto.

Dan Price está cansado de los multimillonarios que hacen obras de caridad y entregan donaciones a los más desposeídos.

Le molesta porque cree que es una buena excusa para no hacer lo que realmente "deberían hacer": pagar más impuestos y mejores sueldos.

Se hizo conocido internacionalmente cuando en 2015 anunció que había decidido bajarse el salario en US$1 millón y subirles el sueldo a todos sus empleados.

Fue así como estableció un sueldo mínimo de US$70.000 al año para los 120 empleados de su empresa.

Y lo hizo por considerar que se trataba de un "imperativo moral" para reducir las diferencias salariales entre los jefes de una empresa y sus empleados.

Seis años después, Price cree que valió la pena.

Ahora está embarcado en lograr que se apruebe un impuesto a la riqueza por primera vez en la historia de Estados Unidos.

Su objetivo es lograr que la medida se implemente en el estado de Washington, aunque también está promoviendo la idea a nivel nacional.

"Una de las principales críticas que escucho de la gente es que los multimillonarios no necesitan pagar más impuestos porque hacen donaciones", dice Price.

Y como cada vez que hacen una donación reciben una gran cobertura de prensa, agrega, eso ayuda a la construcción de una imagen pública que les favorece.

"En realidad, la cantidad que donan es una fracción de lo que pagarían si sus tasas impositivas estuvieran en línea con las de la clase trabajadora", explica Price.

"Los multimillonarios pagan la tasa impositiva más baja de cualquier grupo de ingresos a nivel nacional".

Por ejemplo, en el estado de Washington, "los más ricos pagan el 3% de sus ingresos en impuestos, mientras que los pobres pagan el 18%", apunta el empresario.

Aunque reconoce que los multimillonarios hacen obras de caridad por distintas razones, asegura que al final de cuentas las donaciones les benefician, dado que les permiten evitar hacer una contribución mucho mayor para resolver problemas sistémicos.

"Los multimillonarios utilizan la estafa de la filantropía para evitar que se produzca un cambio sistémico", argumenta Price.

"Por eso digo que la filantropía multimillonaria es una estafa de relaciones públicas".

Como él, hay otros grupos de empresarios e inversores de Wall Street que abogan por un alza de impuestos para los más ricos de Estados Unidos.

La más conocida es la organización "Millonarios Patriotas", que propone gravar la riqueza a partir de los u$s 1.000 millones.

"Estamos hablando de los más ricos, de unos pocos cientos de personas", explicó el presidente del grupo, Morris Pearl.

Pearl es un exdirectivo de BlackRock (una de las mayores firmas de inversión del mundo) que ahora vive de la rentabilidad que le generan sus inversiones, tras una exitosa carrera en Wall Street.

Durante la pandemia su propia fortuna ha crecido aún más gracias a que los mercados bursátiles están en máximos históricos.