
La T se adueño de la UIA y la UIPBA: Puso todos los alfiles a controlar los industriales
Con el aval de Techint, un industrial bonaerense asume y buscará un diálogo más fructífero con el Gobierno. Dólar, importaciones e impuestos en la agenda.
Tanto Miguel Acevedo de la Unión industrial Argentina como Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción en la línea editorial del Gobierno tildaron a la iniciativa como la marcha de Moyano.
Política - Industria22 de febrero de 2018Aunque mantuvieron una distancia pública prudente con respecto a la marcha que ayer organizó el líder gremial Hugo Moyano , los empresarios sacaron puertas adentro de sus asociaciones y empresas una conclusión muy crítica y bastante extendida: la convocatoria del camionero estuvo más relacionada con sus necesidades personales que con las de sus representados, los trabajadores. Quizá como un nuevo signo de comunión con la Casa Rosada, el diagnóstico coincide a pie juntillas con el que hicieron muchos referentes del Gobierno. También con las primeras encuestas que comenzaron a circular ayer por la tarde.
La mirada común entre los empresarios y los funcionarios coincide incluso en el punto de que criticaron las pérdidas económicas ocasionadas por la medida, algo que se escuchó en despachos públicos y en privados.
"Me parece que el acto fue un éxito al momento de molestar a todos los trabajadores. Fue un día en el que se perdió en muchas cosas. Ayer [por anteayer] tuvimos una reunión de comité y este no fue uno de los temas preocupantes. No vemos una discusión conflictiva con el trabajador en este momento. Estamos preocupados, sí, por el costo laboral, pero no por la relación que estamos teniendo con los trabajadores", explicó Miguel Acevedo, presidente de la Unión Industrial Argentina, la central empresaria más importante del país. Y fue más lejos: "No vemos el sentido del acto. Lo vemos más como un tema político de los camioneros. Paró la economía sin ningún sentido. No llamó a un paro general ni nada. ¿Para qué se hizo?".
El Ministerio de Hacienda, a cargo de Nicolás Dujovne , difundió algunas cifras que ilustran el "costo" de la medida para el país, casi para darles miga a las críticas de los industriales.
Según sus cuentas, se perdieron $4800 millones, que representan el 1% del producto bruto diario. Eso representa el equivalente a tres millones de asignaciones universales por hijo o a 73,7 kilómetros de metrobús. Y también una sangría importante en términos de recaudación.
Algo similar a Acevedo planteó Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción. "La medida estuvo claramente impulsada por los problemas de Moyano y los sectores más radicalizados del sindicalismo. El hecho de que el grueso del sindicalismo no haya estado en la movilización de Moyano permite asegurar que esto es un tema vinculado a las cuestiones de Camioneros. Se plegaron solo La Cámpora, el kirchnerismo y las organizaciones de izquierda", sostuvo ante la consulta de LA NACION. Varios empresarios coincidieron en que una parte del sindicalismo eligió utilizar la calle para resolver un conflicto político, una práctica que, consideran, está peligrosamente extendida en la Argentina.
Fuente: LA Nación
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