La alianza menos pensada: CAME y CGERA acordaron un desembarco en la moribunda CGE

Un acuerdo entre Marcelo Fernández de CGERA y la macrista entidad CAME conducida por José Bereciartúa logró consolidar la suma de los votos para desembarcar en la histórica CGE y quedarse con la conducción de la entidad.

Política 25 de octubre de 2019 Editor Editor
20191024 - CAME CGERA CGE

En el día de ayer Roberto Marquinez fue eregido como Presidente de consenso de la histórica Confederación General Económica de la República Argentina - CGE RA - (actual Vicepresidente 1° de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires-CEPBA -CGERA), y de Secretario General Jorge López (actual titular de la Federación Económica de la Provincia de Entre Ríos- Feder- CAME).

Según un comunicado que emitió la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), de Marcelo Fernández, el "diálogo" con José Bereciartúa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa - CAME - logró "normalizar" después de casi dos décadas a la a Confederación General Económica (CGE RA) que fundó Juan Domingo Perón y José Ber Gelbard.

Mundo Empresarial dialogó con actores de la asamblea y pudo construir una versión más verosímil de lo sucedido. José Bereciartúa, secretario general de la CAME,  funcionario designado por Mauricio Macri para intervenir la obra social OsdePYM, cuestionado judicialmente en distintas causas y "vetado" por el equipo de Alberto Fernández para articular el tema pyme con el próximo gobierno habría encontrado una salida política "conveniente" para su situación. 

Por estos días la agenda que se discute con el equipo económico de Alberto Fernández es quienes se sentarán por la representación pyme en el acuerdo social para contrapesar a la UIA y las entidades del G6 que rodean lentamente al búnker de méxico. Recientemente 15 entidades pymes participaron de un encuentro en dicha sede para fijar posición y poner sobre la mesa un "secreto a voces" que sucede en el ámbito empresarial, la representación de las entidades alcanzaría solo al 20% de las empresas del país.

A los ojos de la política que ese lugar lo ocupe la CAME y la CGE, en contra peso de la UIA y la COPAL, se vería mejor aunque puertas adentro del sector se sabe que la CGE llegó a quebrar este año y que las entidades que la componen son las mismas que la CAME más CGERA, en rigor una fotocopia de la entidad que supo respaldar fuertemente a Mauricio Macri a lo largo de su gestión. Luego de 42 meses de caídas de las ventas del comercio minorista la CAME mantuvo un silencio cómplice con la política primero de Francisco Cabrera y luego de Dante Sica. Es decir, sin críticas ni repudios, a pesar de las 24.000 pymes menos en menos de 4 años, en particular de una entidad que recibiría alrededor de $72 millones de pesos provenientes del INACAP por mes para ese fin. Los dirigentes que no responden políticamente a Bereciartúa juran que la conducción será colegiada y que la CAME no conducirá a la CGE. Aunque es de público conocimiento el nivel de endeudamiento que arrastra la entidad de Av. Rivadavia y que solo podría ser saneado con los recursos que administran desde la entidad de Av Leandro N. Alem, es decir, el INACAP pero también los recursos de la obra social OSDEPYM, curiosamente gran auspiciante en medios masivos de comunicación en los últimos 2 meses.

Si bien el comunicado manifiesta que "desde el 2001 la entidad viene padeciendo discrepancias que impedían su normal funcionamiento, pero hoy participaron de la Asamblea -que se llevó a cabo en la Inspección General de Justicia- entidades que hacía 20 años que no se presentaban, motivados por la nueva perspectiva" lo cierto es que desde el 2012 al 2014 se realizó un intento "fallido" por parte del kirchnerismo de reactivar la institución con el aval de Guillermo Moreno que designó a Ider Peretti al frente de la institución. Iniciativa en la que también participó CGERA, APYME y otros. Ese proceso se abortó luego de la primera ingerencia de CAME, con Cornide presidiendo desde ese momento.  La CAME intervino votando con doce federaciones en una asamblea de manera insólita. Votos acercados por un remisero lo que causó profundo malestar entre el empresariado nacional que en ese momento conformaba, y financiaba, la entidad que supo liderar Gelbard. Luego con el arribo de Macri al poder Peretti sospechosamente entregó el Sello Oscar Gentilli que no pudo conducir la entidad que terminó ahora en manos de "terceros" interesados el reconocido sello.

Otro dato no menor fue el llamado a la asamblea, impulsado por la IGJ con la firma del titular del organismo Sergio Brosky el mismo que intervino la Federación de Comercio de la Ciudad de Buenos Aires - FECOBA - y que terminó con el desplazamiento de dirigentes no afines a Mauricio Macri. Sergio Brosky es reconocido en como un hombre de Angelici, operador judicial de Mauricio Macri. Casualmente ayer se llamó también a asamblea en FECOBA, a solo tres días que se elija Presidente de la Nación ¿Querrán normalizar la situación de los funcionarios del PRO que ocupan cargos directivos como el legislador porteño Bauab? Desprolijidades clásicas que suceden cuando la política se involucra en las instituciones.

El proceso eleccionario al momento del cierre de esta nota no se encontraría cerrado ya que Mario Derch, Presidente de la Confederación General de la Industria - CGI - impugnó legalmente ante la IGJ la asamblea producto de que le  impidieron designar libremente los cargos que según él le corresponderían.  Un episodio más en una CGE que no termina de nacer ni tampoco de morir.

Nota de la redacción 

El trabalenguas que emerge al diferencias a la CGE RA (Confederación General Económica de la República Argentina) que fundó Perón y Gelbard con la CGERA (Confederación General Empresaria de la República Argentina) fundada por Marcelo Fernández nace al momento que este último ex presidente de la primera al finalizar su mandato constituyó la segunda.

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