El estrés económico alcanzó su mayor nivel en cuatro años, según un informe de la UCA. Más de la mitad de los hogares argentinos enfrentan dificultades para cubrir sus necesidades básicas, ahorrar o sostener su consumo. La situación se agrava en los sectores medios y bajos, encendiendo alertas sobre el impacto social y económico del actual modelo.
Informes y encuestas29 de junio de 2025
Equipo Mundo E
El impacto de la crisis económica profundizó el deterioro de los ingresos y la capacidad de consumo de los hogares argentinos. Según un informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, el nivel de estrés económico cerró 2024 en su punto más alto en los últimos cuatro años, afectando especialmente a los sectores medios y bajos.
El relevamiento indica que más del 50 por ciento de los hogares experimentaron dificultades para sostener sus gastos básicos, ahorrar o mantener su nivel de vida. Se trata del registro más alto desde 2020, cuando el país atravesaba la etapa más aguda de la pandemia de COVID-19.
La medición considera tres factores clave: la imposibilidad de cubrir la canasta básica con ingresos del hogar, la imposibilidad de ahorrar y la dificultad para sostener el nivel de consumo respecto del año anterior. A partir de esos indicadores, se conforma un índice de estrés económico que, según el informe, aumentó de forma significativa en todos los estratos sociales.
Entre los sectores más afectados se encuentran los hogares de nivel socioeconómico muy bajo, donde el 75,3 por ciento presenta algún tipo de estrés económico, un incremento de 6,1 puntos porcentuales respecto al año anterior. Le siguen los sectores bajos (61,5 por ciento, con una suba de 8,4 puntos) y los medios-bajos (35,7 por ciento, con un aumento de 2,9 puntos), que alcanzaron sus niveles más críticos desde 2020.
Incluso en los estratos medios-altos, tradicionalmente más protegidos frente a las crisis, el 15,2 por ciento de los hogares reconoció atravesar una situación de estrés económico, lo que representa el mayor nivel en los últimos cuatro años. El informe también señala que los hogares con niños presentan un nivel de estrés económico más alto (54,6 por ciento) en comparación con los hogares sin niños (38 por ciento).
Este fenómeno impacta directamente en el consumo interno, en la capacidad de las familias para acceder a bienes y servicios y en la sustentabilidad del mercado laboral. La persistencia de esta tendencia plantea desafíos para el sector privado, que enfrenta una retracción en la demanda, y también para el Estado, que deberá abordar los efectos sociales de una economía en contracción.
Fuentes:
Observatorio de la Deuda Social de la UCA
Ámbito Financiero: ambito.com/economia/efecto-pobreza-el-estres-economico-cerro-2024-maximos-cuatro-anos-y-golpea-mas-sectores-medios-bajos-n6160378
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