El negocio negro de las agroexportadoras, una estafa a toda la sociedad Argentina

Así son las opacas operaciones de las agroexportadoras, como quedó expuesto a partir las investigaciones sobre Vicentin, que configuran una verdadera estada a toda la sociedad Argentina

Política - Opinión 30 de agosto de 2020 Editor Editor
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Existe un denominador común entre Vicentin y muchas sociedades agroexportadoras: la confección de todo un complejo entramado contable y operativo para ocultar el origen de los granos que compran/venden o eludir al fisco vía las operaciones cruzadas entre sociedades de un mismo grupo, algunas radicadas en países de baja tributación, o simplemente bajo el esquema de los precios de transferencia. Saben cómo moverse en la opacidad.

Una anécdota. Vicentin contaba con tres plantas que operaban juntas dentro del mismo Puerto: Oleaginosa San Lorenzo, Renova y Vicentin. Las tres compartían predio y silos; no se sabía a qué empresa correspondían los granos almacenados. La maniobra había sido prohibida por la ONCCA porque cada planta debía tener bien delimitado el ingreso y egreso de camiones, como también cada uno de sus silos. Cuando el Estado nacional intervino, ese esquema operativo seguía intacto.

“De esta manera es imposible controlar la titularidad precisa de los granos”, confesó a El Cohete una de las personas que pudo observar de cerca todos los movimientos de Vicentin.

 
Una segunda anécdota: cuando los interventores estaban realizando el primer arqueo de la caja fuerte, encontraron 6 millones de pesos y 350.000 dólares. Pero no todo era de la sociedad anónima Vicentin. El tesorero les fue indicando cuánto era de Algodonera Avellaneda, Buyanor, Río del Norte, Oleaginosa San Lorenzo y Emulgrain.

La “confusión patrimonial” —como lo definió la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), donde un mismo software contable manejaba 33 sociedades— resultó funcional al esquema de vaciamiento denunciado (a raíz del desfalco al Banco Nación) y la posible evasión fiscal a través del uso de facturas apócrifas, una operatoria que supone la confluencia de productores que venden en negro, contadores que arreglan los papeles, prestanombres y el beneficiario final de toda la maniobra, Vicentin.

Así queda expuesta una verdadera estafa al fisco y a toda la sociedad argentina que bien se relata en esta nota de El Cohete a la Luna.

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