
La T se adueño de la UIA y la UIPBA: Puso todos los alfiles a controlar los industriales
Con el aval de Techint, un industrial bonaerense asume y buscará un diálogo más fructífero con el Gobierno. Dólar, importaciones e impuestos en la agenda.
El dirigente santafesino, además destacó que “en la UIA hay una discusión sobre el modelo económico"
Política - Industria14 de junio de 2021El santafesino Guillermo Moretti fue electo nuevamente como uno de los vicepresidentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), en el marco de un recambio que no estuvo exento de debates. Esto es así porque al frente de la central fabril quedó Daniel Funes de Rioja, un representante de las compañías más poderosas del país, y también las más refractarias a la política económica del gobierno nacional.
Moretti, quien también fue presidente de Fisfe, admitió que en la UIA hay una “gran discusión con respecto al modelo económico” y advirtió que la nueva conducción pone a prueba el tradicional equilibrio interno de la entidad. “Es la primera vez que en los primeros lugares hay tantos CEOs de multinacionales”, dijo, aunque aseguró que desde su lugar mantendrá su línea “como representante del interior y de las pymes”.
- Con la segunda ola de Covid y la inflación ¿Cómo estás viendo la actividad industrial? ¿Se frena la recuperación?
- El ritmo va bajando. Ya se está notando que estas restricciones que se están dando están afectando a la mayoría de los rubros. Quizás algunos pueden llegar a salvarse más que otros, pero indiscutiblemente se va a ver afectado todo. Desde ya, los aumentos de precio en materia prima han sido increíbles: se ven aumentos de un 10%, 12%, 15% en dólares en un mes. No se puede creer. Es un tema que está pasando en todo el mundo pero a nosotros nos pega más fuerte.
- ¿Sólo el aumento de la materia prima afecta a la industria o también hay una caída considerable en la demanda?
- Depende el rubro. Habría que ver cómo está el nivel de exportación, pero el mercado interno se está achicando y esto es muy simple: si los alimentos siguen aumentando en el nivel que están aumentando, se restringe el poder adquisitivo de los otros productos. Es una realidad: no es lo mismo que un kilo de carne cueste $ 200 a que cueste $ 600.
- El nuevo presidente de la UIA es justamente alguien del sector de alimentos.
- Sí. Daniel Funes de Rioja es el presidente de la Coordinadora de Productos Alimenticios (Copal), e históricamente dentro de la UIA es la entidad que más votos tiene. Después vienen los metalúrgicos. Nosotros nos dividimos en dos sectores: las regiones y las cámaras específicas. Y en eso la cantidad de votos va en función del Producto Bruto Industrial que tiene. La UIA no es la unificación del pensamiento industrial. Hay una gran discusión con respecto al modelo económico. Hay sectores que plantean que los países se salvan con la exportación y hay otros que sabemos que los países se salvan con un mercado interno muy fuerte. La puja es histórica entre estos dos sectores
- ¿Esta conducción nueva es un resultado de esa puja?
- Intenta ser una síntesis. Es la primera vez que nos pasa que en los primeros lugares hay tantos CEOs de multinacionales y después vengo yo, como representante del interior y de las pymes. Vamos a tratar de que nuestro discurso siga siendo el mismo que hemos tenido. No pueden decir que yo no he sido coherente en el planteo de que la Argentina sale adelante con un proceso de industrialización y de desarrollo.
- ¿Quedaron atrás los tradicionales acuerdos entre el MIN y el MIA para una representación equilibrada en la UIA?
- Ahora en esto va a haber todo un planteo nuevamente. Hay empresas que decimos nosotros que son nacionales, que las respetamos mucho, que las queremos mucho, pero las sedes están en Luxemburgo, van cambiando las autoridades, empiezan CEOs diferentes y vienen con una convicción distinta a la de antes. Cuando una empresa nacional se transforma en multinacional, por ahí algunos tienen objetivos distintos a los que tenemos nosotros.
- ¿Se abre una nueva etapa en la UIA? ¿Puede haber ruptura?
- Una etapa de reacomodamiento entre los grupos que había. No puede haber ruptura porque todos sabemos que para que una entidad sea fuerte, tenemos que estar todos juntos, por lo menos desde el punto de vista industrial. Y después las peleas hay que darlas adentro, porque nosotros tenemos muchos choques internos, por intereses, por los sectores que representa cada uno y por las regiones. Estamos acostumbrados a convivir con eso.
- ¿Cómo va a cambiar la relación de la UIA y el gobierno en función de este cambio de la conducción? Y por otro lado, cómo evaluás su política económica y específicamente industrial, atento a que ahí también hay discusiones internas?
- Yo creo que la relación con el gobierno no va a cambiar. Los interlocutores vamos a ser los mismos. Sobre la política industrial estoy en un todo de acuerdo con lo que está desarrollando el Estado nacional. Hace poco, con Mendoza salió a salvar una industria nacional de alta tecnología, com Impsa. Esto en el gobierno anterior no se veía. Está tratando de tener políticas de desarrollo.
- Lo que pasó en Impsa en Mendoza es lo inverso a lo que pasó acá en Vicentin. ¿Cómo lo evaluás?
- Son dos cosas completamente distintas. Impsa no tenía grandes deudores, venía en un proceso de convocatoria, era una empresa muy interesante y el gobierno trató de ver cómo ayudarlos. Vicentín explotó muy de golpe en un proceso que venía muy largo, y no sé si era bueno o no que el Estado se haga cargo, porque como estaban dadas las cosas, se veía que no podía pagar. La verdad es que con las distintas pautas que se intentó no se pudo llegar a acuerdos. Muchos se ponen a hablar fácilmente cuando no sabemos siquiera de cuántas empresas estamos hablando cuando hablamos de Vicentin. Son temas que hay que estudiarlos muy a fondo.
- Lo que sí aparece es que en Mendoza se superó la grieta en función de apoyar a una empresa histórica en esa provincia. En Vicentin la oposición se puso del otro lado.
- Exactamente. Si acá la provincia de Santa Fe hubiera estado gobernada por el PRO, capaz que hubiera sido distinto y hubieran apoyado el salvataje de la empresa. Como no era así, en vez de hacer una propuesta, fueron al choque directamente.
- ¿Cómo están trabajando en el marco de las restricciones? ¿Considerás que el impacto de esta segunda ola de Covid sean la economía es temporal o afectará todo el año?
- Todos esperamos que despeje y vemos que hay lugares en el mundo con alto nivel de vacunación. Preocupa bastante lo que está pasando en Chile, que tiene un nivel de vacunación muy elevado, pero muchos contagios. Pero en Europa y otros países, van trabajando mucho más libremente. En Santa Fe hemos trabajado con industria, con Producción y los análisis revelan que en las industrias no hay contagios. Lo que sí cae es la demanda.
- ¿Eso está vinculado a las restricciones o es que se va cayendo el impulso del rebote?
- Creo que es un problema de poder adquisitivo. La construcción era la que más se movía y ha tenido un parate obligatorio. La tomamos como la madre de las industrias, porque hace mover el aparato y la automotriz, por el otro, también.
- ¿El Estado debe hacer más para movilizar el mercado interno?
- Si. El gobierno prometió el salario iba a tener 2 ó 3 puntos por encima de la inflación. Esperemos que cumpla.
Fuente: La Capital
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