Argentina, cada vez más cerca de sumarse al Banco de Desarrollo de los Brics con el apoyo de Rusia y China

Fuentes al tanto de la negociación confirmaron a LPO que "está muy avanzado" el ingreso a la entidad que según el Gobierno permitiría financiar proyectos de infraestructura.

Economía 11 de febrero de 2022 Colaborador Colaborador
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Durante la gira por Rusia y China, Alberto Fernández mencionó la intención de que Argentina integre el Brics, grupo de economías emergentes surgidas en 2008 que cuenta con la presencia de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Una marca asociada al ciclo de Lula en el poder, que perdió fuerza con Bolsonaro.

En un contexto de multipolaridad, este bloque intentó a construir una arquitectura financiera alternativa a la dominada por Estados Unidos y Europa (FMI-Banco Mundial) pero diferentes vaivenes entre los países miembros terminaron diluyendo esa intención. 

Ahora China lo reflota en el marco de su pelea global con Estados Unidos y el Gobierno vuelve a un viejo pedido de Cristina Kirchner a Lula en 2015, cuando reclamó el apoyo brasileño para el ingreso. "Es hora de que el Brics se convierta en Bricsa", dijo la entonces presidenta en un acto con Lula y Daniel Scioli en Jose. C. Paz. Finalmente esa estrategia quedó en la nada porque el kirchnerismo perdió el poder ese año y Dilma Rousseff fue destituida en 2016. 

Durante la bilateral de Alberto Fernández con Xi Jinping el tema fue abordado y, según palabras del propio presidente argentino, China habría confirmado su apoyo. Sin embargo, el proceso que está más avanzado es la incorporación al Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) que cuenta con miembros que no forman parte de los Brics como Uruguay, Emiratos Árabes Unidos y Bangladesh.

Fuentes cercanas a la negociación confirmaron a LPO que el proceso "viene muy avanzado, más de lo que muchos suponen". El NBS es un instrumento que según fuentes del Gobierno "nos daría recursos para financiar proyectos de infraestructura, en momentos que no sobran las divisas". 

En Cancillería optaron por mantener el silencio ante la consulta de LPO pero fuentes diplomáticas aseguran que tanto Rusia como China dieron el visto bueno. Esto levanta las acciones de las elecciones en Brasil y la posibilidad de la vuelta de Lula al poder. 

Fuentes muy cercanas a la negociacion confirmaron a LPO que el proceso "viene muy avanzado, más de lo que muchos suponen". El Nuevo Banco de Desarrollo de los Brics es un instrumento que le daría oxigeno al Gobierno en estos momentos de falta de divisas y promovería proyectos de infraestructura. 

El Partido de los Trabajadores tomó nota de esto y el ex canciller brasileño y hombre de confianza de Lula, Celso Amorim, dijo luego de la gira de Alberto que "Brasil debería apoyar el ingreso de Argentina a los Brics porque nos fortalece. Es importante que Argentina entre y que Brasil lo apoye. El ingreso de Argentina daría fuerza al Mercosur y a la integración". 

Con Bolsonaro, Brasil se mantuvo en los Brics pero nunca ocultó sus críticas a China a pesar de ser su principal socio comercial. En las últimas horas, el presidente brasileño confirmó que no se sumará a la Nueva Ruta de la Seda y se niega a darle el apoyo a Argentina para que se sume al bloque. 

Con Lula encabezando las encuestas, se abre una posibilidad de mejorar la relación con el gigante asiático (China quiere que Brasil se sume a la Ruta de la Seda) y al mismo tiempo que Argentina se convierte en integrante para, según dicen tanto en el PT como en el Frente de Todos, recuperar el eje Buenos Aires-Brasilia que daría un nuevo impulso de la integración regional. 

La tesis original avalada por gigantes financieros como Goldman Sachs califica a los Brics como el diseño de un bloque que incluyera los países con más cantidad de habitantes y potencialidad para sumar el comercio global como complemento del G7. Luego adquirió un tono más alternativo a la hegemonías de Washington pero sin demasiados avances.  

La tesis original avalada por gigantes financieros como Goldman Sachs califica a los Brics como el diseño de un bloque que incluyera los países con más cantidad de habitantes y potencialidad para sumar el comercio global como complemento del G7. 

En la actualidad, los países miembros concentran el 42% de la población mundial y su participación total en la economía mundial ha experimentado un crecimiento del 12% al 23% en la última década, sumado a lo anterior mueven más del 20% mundial de la inversión.

El objetivo declarado del Banco al que se podría sumar Argentina es financiar la infraestructura y el desarrollo sostenible en mercados emergentes con un capital inicial autorizado de US$100.000 millones de dólares. 

Argentina, México y Corea del Sur son los países que todos los años suenan como nuevos integrantes pero el proceso nunca se concretó. 

Para sumarse como nuevo socio, Argentina necesita el apoyo de 4 de los 5 miembros fundadores para luego iniciar una proceso de negociación respecto a la cantidad de capital inicial para convertirse en accionista. El Gobierno realizó un preciso similar cuando se sumó al Banco de Inversiones en Infraestructura que impulsó China para financiar proyectos de infraestructura y cuenta con la participación de India, Rusia, Alemania, República de Corea, Australia, Francia, Indonesia, , Reino Unido, Turquía, Italia y Arabia Saudita.

Esta jugada requerirá de una sintonía fina en materia de política exterior dado que la presencia de China en a región podría generar recelos en el gobierno de Estados Unidos. Por el momento, las manifestaciones públicas de rechazo han sido del ala republicana y en el Gobierno confían en que nada de esto pondrá en crisis relación con Washington a la que califican de "muy buena" y, como reveló LPO, buscan acentuar tras el acuerdo con el FMI.

Fuente: La Política Online

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