Por el control a las importaciones el BCRA podría ahorrar u$s1.300 millones por mes

Se trata del 17% del total de las compras que está sujeto a Licencias No Automáticas, que debería financiarse a seis meses. La medida puede frenar algunas compras si los importadores no consiguen crédito.

Economía28 de junio de 2022ColaboradorColaborador
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Con las últimas medidas que restringen aún más el acceso a dólares, el Banco Central espera que se postergue por seis meses el pago del 17% de las importaciones de la Argentina. Se trata de unos u$s1.300 millones por mes, lo que implica que de acá a fines de septiembre (cuando en principio caduca la medida) el gobierno busca hacerse de un excedente de divisas de u$s3.900 millones, de acuerdo con estimaciones privadas.

La principal medida que se conoció, tras la reunión del Directorio del Banco Central, es que las compras del exterior que se canalizan a través del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), correspondientes a posiciones arancelarias que tienen Licencias No Automáticas (LNA), deben conseguir crédito comercial de parte de sus proveedores por 180 días desde el momento del embarque o buscar dólares financieros en el exterior.

BCRAFlexibilizan monto a pymes y endurecen los controles a las importaciones para las grandes empresas

Los productos con LNA son aquellos que generalmente tienen como proveedor a una industria local. Con ello se busca generar un marco de protección. El plazo máximo es de 90 días de vigencia de acuerdo con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). En Argentina hay unas 1500 posiciones arancelarias con ese régimen, que explican el 17% del total de las compras. El resto de productos con Licencias Automáticas, tiene restricciones de hasta el 5% por encima del valor importado el año pasado o del 70% de 2020. Por encima de ello, tienen que conseguir también 180 días de plazo. Las nuevas medidas del BCRA hacen una diferenciación con las pymes a las que le fija un tope del 15% respecto de 2021, siempre que sean inferiores a u$s1 millón..

Según señaló la Unión Industrial Argentina (UIA) en un comunicado, la medida “amplía el listado de bienes que requieren financiamiento previo para acceder al mercado de cambios”. “Se trata de mercancías que compiten con producción nacional o se consideran bienes suntuarios”, señala la central.

Uno de los problemas más importantes que genera el plazo de seis meses para el pago, es que está fuera del rango de los usos del comercio exterior. Empresarios del sector comentaron a Ámbito que cuando una empresa le hace un pedido a un proveedor, este demora hasta un mes en producir el bien, el cual, generalmente, requiere de un anticipo. Luego de ello tiene que conseguir un barco y el traslado. Y luego de ello comienzan a regir los 180 días.

Con ello, el Banco Central le está exigiendo a las empresas locales que consigan financiamiento que se puede estirar en realidad hasta 9 meses y en algunos casos, hasta un año. Y lo que nadie puede asegurar es que pasado ese plazo, la Argentina haya resuelto su problema de falta de dólares. Para algunos analistas el resultado de la medida es una parálisis de importaciones, por lo menos, de las posiciones arancelarias con Licencias No Automáticas.

Marcelo Elizondo, presidente de la Cámara Internacional de Comercio (ICC) en Argentina, afirma que las medidas que lanzó el Banco Central “no son ninguna cosa nueva” ya que, según dice, “es una profundización de lo que hay”. Elizondo advierte que se trata de un “encarecimiento financiero” para las empresas que importan. “Los importadores van a tener que conseguir prestados dólares en el exterior o pedirlo a sus casas matrices”, sintetizó.

En un informe, el analista, director de la consultora DNI, señala que “las decisiones limitativas parciales (además, creadoras de estándares múltiples a través de priorizaciones y discriminaciones) generan dos tipos de problemas”. “El primero es objetivo para aquellos a quienes se les impide llevar adelante las compras porque se les restringe la actividad productiva. El segundo es subjetivo; crea un clima de temor y sospecha para todos que hace diferir o modificar disfuncionalmente decisiones económicas por parte de los actores, ante a la duda”, indicó.

Fuente: Ámbito 

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