Solo el 35% de los trabajadores podría jubilarse sin la moratoria

Al cumplir la edad jubilatoria, sólo un tercio de los argentinos cuenta con los años necesarios. El resto precisa acceder a la moratoria. Macri creó la PUAM para eliminar derechos.

Economía 20 de julio de 2022 Colaborador Colaborador
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Alberto Fernández y Fernanda Raverta anunciaron la prórroga de la moratoria previsional “hasta que el Congreso sancione una nueva ley”. Cuenta con media sanción la propuesta legislativa del Frente de Todos para ampliar la posibilidad de acceder a la jubilación. Si el Presidente y la titular de ANSES no tomaban esta decisión, entre 100.000 y 120.000 personas de entre 60 y 64 años iban a quedarse afuera del sistema de reparto en la segunda mitad del año, de acuerdo al Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda.

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Al cumplir la edad jubilatoria, sólo el 35% de los argentinos cuenta con los años necesarios. Además de destruir la mitad del patrimonio del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, Mauricio Macri creó la pensión universal para adulto mayor (PUAM) para eliminar derechos. Esta consiste en el 80% de la jubilación mínima y oficia de aumento de la edad jubilatoria de facto para las mujeres hasta los 65 años. Tampoco es transferible a la pareja en caso de fallecimiento

El esquema actual para acceder a la moratoria finalizaba el 23 de julio próximo. Esta extensión al régimen que implementó el Gobierno de Cristina Kirchner en 2014 le da un respiro a quienes no podrían acceder a este derecho de otra forma.

Hasta el momento, esta herramienta que iguala oportunidades les permitió el acceso a un haber a más de tres millones de personas que no cumplían con los requisitos legales. De todas formas, no se trata de un regalo, sino que cada beneficiario debe “comprar los años” mediante deducciones en sus mensualidades, lo que derriba el mito de la insustentabilidad. Más aún, al abandonar las actualizaciones de los años para la moratoria e imponer el PUAM, Cambiemos fue en la línea opuesta a la ampliación de derechos jubilatorias. Aún así derribaron 20% el poder adquisitivo de los haberes y destruyeron el 50% del FGS, al punto que pasó de más US$ 60.000 millones en 2015 a cerca de US$ 30.000 millones en 2019.

Quienes no presentan aportes suman 680.000 casos en la actualidad, según el último reporte de CEPA. La distribución de los casos resulta particularmente desigual en términos de género y confirma una nueva brecha: 522.991 mujeres, es decir, el 46,1% de quienes están próximas a cumplir la edad jubilatoria; y 157.733 hombres, 17,67% del total de casos varones.

Sólo 1 de cada 10 mujeres y 3 de cada 10 varones en edad jubilatoria presentan más de 20 años de aportes y podrían estar eventualmente en condiciones de jubilarse. Dentro de este grupo, los que superan los 25 años de aportes se reduce a sólo 7 mujeres de cada 100 y 16 hombres de cada 100.

Cuando se analiza cada sector aportante, el sector privado, el sector público y los autónomos son los ámbitos con mayor cantidad de personas en condiciones de jubilarse (aportes de entre 25 y 27 años). Sin embargo, sólo alcanzan 18%, 36% y 20% respectivamente. A la vez, se percibe la crítica situación para monotributistas y monotributistas sociales, donde sólo superan los 25 años de aportes 5,7% y 0,06% respectivamente. En las casas particulares, el 98% de las trabajadoras son mujeres, donde sólo estarían en condiciones de jubilarse el 0,1% del total

Si la moratoria no existiera, sólo se podría haber jubilado el 35% de las personas en edad de hacerlo, confirmaron los datos de ANSES y el Ministerio de Trabajo analizados por CEPA. Incluso posee perspectiva de género ya que en marzo pasado el 85% de los casos le correspondieron a mujeres, mientras que sólo el 15% de los varones utilizó esta herramienta.

Muchos de los antagonistas de la moratoria apelan a la falta de voluntad de los trabajadores de aportar. Los números hablan solos para desmentirlo. Los datos estadísticos del mercado de trabajo desde 1990 en adelante evidencian los problemas. En primer lugar, se registró un elevado promedio de desocupación (10,3%) y empleo no registrado (34,7%). Esto fue acompañado de picos muy altos en mayo de 2002, con desocupación del 21,5%, y en el tercer trimestre de 2003, con empleo informal de casi el 50%, tal como registraron los boletines de estadísticas laborales del Ministerio de Trabajo.

Este combo priva a una buena porción de trabajadores y trabajadoras de cumplir con el extremo legal de años de aportes cuando llegan a la edad jubilatoria. En ese escenario, las más afectadas son las mujeres, que históricamente presentan mayores tasas de desocupación e informalidad que los varones, además de que son las que realizan mayores tareas dentro del hogar, todo debido al patriarcado. Esto deriva en que se encuentran más expuestas a la desprotección social, tanto en su vida activa como pasiva. Las moratorias jubilatorias, entonces, vienen a igualar oportunidades en una sociedad y mercado laboral desiguales.

Fuente: El Destape 

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