Ganancias: Debaten escalas a grandes empresas y alivio para pymes

Afirman que pese al alivio a la pequeña empresa, recaudarían $100.000 millones más

Economía12 de abril de 2021ColaboradorColaborador
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El Ejecutivo envió el viernes al Congreso una nueva versión del proyecto de modificación del Impuesto a las Ganancias para las empresas, que proporciona un alivio para las pymes respecto del texto original. Este cambio implicará resignar entre $12.000 y $18.000 millones de ingresos tributarios adicionales. Pese a ello, el Gobierno espera recaudar unos $100.000 millones más que con el esquema vigente tras la Reforma Tributaria de 2017, según supo Ámbito de fuentes oficiales. Como dos tercios de ese monto extra llegarán en 2022, no se alcanzaría a compensar en su totalidad el impacto fiscal que tendrá este año la suba del mínimo no imponible para trabajadores y jubilados que el Senado convirtió en ley el jueves pasado
 

La modificación del proyecto, que busca revertir la reforma impulsada por Cambiemos -que otorgó una baja escalonada en la alícuota del tributo del 35% al 25% para firmas de todo calibre-, se terminó de acordar el martes último en una reunión del Gabinete económico con los referentes legislativos del Frente de Todos. Allí, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y otros integrantes del ala política de la coalición consiguieron retocar el texto que el Ejecutivo había enviado el mes pasado al Parlamento, y alivianar el peso de la iniciativa en los sectores medios y bajos del empresariado

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La nueva versión es idéntica a la original, excepto en los umbrales que determinan las escalas. Ahora se propone gravar con una alícuota del 25% a las ganancias empresariales de hasta $5 millones anuales (en lugar de $1,3 millones), con una del 30% a los beneficios marginales de entre $5 y 20 millones (antes el techo de la segunda escala era de $2,6 millones), y con una del 35% a los que superen los $20 millones. Como el nuevo esquema plantea que solo se pague la alícuota superior por el monto que exceda cada umbral, el salto de escala no será abrupto. Así, tras los cambios, el 90% (y no el 75% como con el texto inicial) de las firmas alcanzadas por el impuesto pagará de alícuota promedio menos que el 30% vigente hasta el año pasado y apenas el 10% abonará más (unas 13.000 empresas). Algunas pagarán apenas unas décimas más y solo un puñado de grandes compañías se acercará al 35%.

De aprobarse así, implicará un pequeño traspié en la cruzada de Martín Guzmán por mantener a raya los números fiscales, que por el momento bloquea el regreso del IFE y el ATP. En el Palacio de Hacienda aún están recalculando el impacto para presentar los números en detalle cuando comience el tratamiento legislativo del proyecto. Sin embargo, una alta fuente de ese ministerio le adelantó a Ámbito que entre una y otra versión de la iniciativa se resignará entre un 10 y un 15% de los ingresos extra a recaudar por sobre lo que significaría sostener el esquema vigente. Es decir, en lugar de incrementar los ingresos por Ganancias de sociedades en $120.000 millones, la suba será de entre $102.000 y $108.000 millones.

De ese total, en Economía estiman que un tercio (unos $35.000 millones) ingresará durante el segundo semestre de este año en forma de adelantos. El resto llegará a las arcas del Estado en 2022. De esta forma, no sería suficiente para compensar en su totalidad el impacto fiscal que tendrá en el ejercicio 2021 la suba del mínimo no imponible de Ganancias a $150.000 mensuales para trabajadores y al equivalente a ocho haberes mínimos para jubilados. Tras las últimas exenciones incluidas (gastos en guardería y herramientas educativas) previas a su sanción, ese alivio a un sector de las personas humanas equivaldrá a alrededor de $50.000 millones (la Oficina de Presupuesto del Congreso había calculado en $47.563 millones el impacto sin incluir los últimos beneficios).

Un importante funcionario de Economía afirmó ante este diario que el resultado de los retoques no afecta el sendero presupuestado: “Estamos conformes. Es una reforma más estructural, mirando a futuro, que están realizando muchos países. La reforma de 2017 fue un error grande que queríamos revertir, y lo hicimos con un esquema más progresivo en lugar de hacer que todas las empresas paguen el 35%. Se acordaron umbrales distintos pero no cambia sustancialmente el proyecto porque las ganancias están muy concentradas”.

Tal es la concentración de la economía que de las 130.000 firmas que pagan Ganancias, las 1.000 más grandes aportan más de la mitad del total. En épocas no pandémicas, las petroleras, las empresas de comunicaciones, los bancos y las mineras, más algunas grandes de comercio e industria, son las que juntan mayores beneficios.

Con este cambio, el Gobierno espera revertir el retroceso en la participación de Ganancias en la recaudación total que generó la reforma de 2017. La idea es volver a una recaudación parecida a la de 2015. Entre ese año y 2019, este tributo (uno de los más progresivos) pasó de representar alrededor de 6,5 puntos del PBI a cerca de 5 puntos. Una caída sobre todo concentrada en el capítulo de ganancias sociedades, mientras la cantidad de trabajadores que lo pagaban se duplicó.

Fuente: Ámbito 

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