Massa se acerca al Círculo Rojo para dialogar y ponerle un freno a la crisis económica

Aunque no nombraron embajadores, influyen Vila, Manzano, Brito, Belocopitt, Elsztain y Eurnekian. Vínculo estrecho. En Producción sigue la sociedad con la UIA

Política 09 de agosto de 2022 Colaborador Colaborador
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El Círculo Rojo abrazó a Sergio Massa como la salida por derecha que necesita el Gobierno ante la urgencia de la crisis económica y financiera. Sin ponerse al frente de la batalla, los dueños de las empresas poderosas del país le garantizaron su respaldo a una gestión del flamante ministro con guiño a la libertad de acción del sector privado, que signifique una menor intervención del Estado. En el organigrama de su Palacio, el superministro mantuvo el status quo surgido de la relación que mantiene el frentetodismo con la Unión Industrial Argentina (UIA) desde sus inicios. Media docena de dueños son fuente de consulta y de análisis del tigrense, aunque sus relaciones con el establishment son extensas y abarcan a distintos sectores de la actividad económica, tanto de capitales nacionales como internacionales.

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Fuentes del empresariado nacional confiaron a Letra P que, a medida que se agrandaba su sueño presidencial, Massa fue aceitando sus relaciones con la crema local de los negocios. Una diferencia con su antecesor es la relación que mantiene con la banca nacional a partir de una relación muy cercana con Jorge Pablo Brito, hijo de Jorge Horacio Brito, fundador del Banco Macro que falleció en un accidente aéreo, con quien supo mantener un vínculo muy estrecho. "A (Martín) Guzmán no le conocíamos la voz. Una sola vez se reunió con los bancos nacionales", se supo quejar Brito Jr, actual presidente de River Plate, heredero en la conducción del banco y principal influyente en la conducción de ADEBA, la cámara que reúne a las entidades bancarias de capital argentino.

Brito participó de la asunción de Massa como superministro en el acto que se realizó en el Museo del Bicentenario, junto con otros tres pares de peso: Daniel Vila, José Luis Manzano y Marcelo Mindlin. Los dos primeros son socios en distintos negocios, pero confluyen en una actividad común con el Estado: tienen el control de Edenor, la distribuidora de energía eléctrica que opera en el norte de la región metropolitana. Le compraron ese negocio a Mindlin, dueño de Pampa Energía, una empresa proveedora de electricidad y gas natural que participa del Plan Gas. Todas estas firmas tienen especial interés en la gestión del jefe del Palacio de Hacienda: la segmentación energética, con aumentos en los precios del servicio, y la regularización de los pagos a los generadores de energía y productores, entre los que están Pampa Energía.

Menos visible en el desembarco del Frente Renovador aparece el presidente de IRSA y del Banco Hipotecario, Eduardo Elsztain, otro peso pesado del Círculo Rojo que participa de diversos negocios y mantiene un vínculo aceitado con Massa. Su relación con Mindlin es uno de los puntos que los llevó a estar cerca. Sumado a Eduardo Eurnekian, el jefe de Corporación América y controlante de los aeropuertos del país, junto a Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical Group y también accionista de América 24 con Vila y Manzano, completan el scrum de empresarios más consultados por el poder político peronista.

Massa ofició de nexo entre ese Círculo Rojo y el jefe del PJ bonaerense y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, cuando el diputado había abierto una mesa de diálogos sectoriales en el medio de la pandemia, temiendo las consecuencias de la crisis sanitaria mundial en la economía y en el empleo. Por allí habían pasado también los empresarios Hugo Dragonetti, dueño de la constructora Panedile, y Marcos Bulgheroni, de la petrolera Pan American Energy (PAE).

Tras su arribo a Economía, el superministro decidió, sin embargo, sostener el vínculo político entre el gobierno de Alberto Fernández y la actividad productiva, porque si bien, a diferencia del embajador Daniel Scioli, realizó cambios en las subsecretarías que ahora responden a José Ignacio De Mendiguren en Industria, los sectores empresarios que colocaron a sus representantes en el Ejecutivo mantuvieron sus espacios. La sociedad más fuerte, en términos de gestión, es con dos sectores que sufrieron la crisis con el macrismo: el textil y los metalúrgicos

Según pudo saber Letra P, este martes De Mendiguren jugará de local y de visitante al mismo tiempo, porque visitará al Comité Ejecutivo de la UIA, que conduce Daniel Funes de Rioja, el presidente que fue resistido por el actual secretario de Producción. Allí llegará acompañado por su flamante jefe de Gabinete y exgerente general del BICE Gabriel Vienni, un joven surgido de los departamentos técnicos de la entidad industrial. También estará presente Prisicila Makari, saliente directora ejecutiva de la fundación ProTejer, que reemplazó a Ariel Schale, también proveniente de la cantera textil, y se sumará Tomás Canosa, exdirector del área de estudios económicos de Adimra.

Fuente: Letra P

 

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