
La T se adueño de la UIA y la UIPBA: Puso todos los alfiles a controlar los industriales
Con el aval de Techint, un industrial bonaerense asume y buscará un diálogo más fructífero con el Gobierno. Dólar, importaciones e impuestos en la agenda.
La caída en las ventas y la suba de costos golpea a Zanella, que tendría resuelto cerrar la planta de Mar del Plata, según la advertencia de sectores gremiales.
Política - Industria17 de enero de 2019“La fábrica tiene una actividad mínima, tal vez entregan algún pedido. Pero todo el personal está suspendido y el destino es el cierre”, admitió a PáginaI12 el secretario administrativo de la Unión Obrera Metalúrgica seccional Mar del Plata, Hugo Bravo. Se refiere a la planta de la empresa de motos Zanella, que se fue achicando fuertemente en el último tiempo y en las últimas semanas pasó de 47 a 37 trabajadores. Zanella, “la empresa líder del mercado argentino”, como dice su slogan, tiene además plantas en Caseros (provincia de Buenos Aires), Cruz del Eje (Córdoba) y San Luis. Ni el gobierno bonaerense ni la administración nacional brindaron ayuda para torcer el rumbo del cierre de la planta costera, dicen en el gremio.
“La situación en Mar del Plata es como en todos lados, complicada. Las empresas chicas y medianas están sufriendo la situación de la economía que lleva adelante este Gobierno. Están empezando a haber despidos en distintos lugares. Zanella es la más complicada porque va directamente al cierre”, explicó el dirigente metalúrgico. “Desde mediados del año pasado que venimos con problemas en Zanella. A ellos los complicó mucho la devaluación y le bajaron mucho las ventas. Apuntábamos a que desde octubre, con las mejores temperaturas, cuando la gente se mueve más en moto, aumentaran un poco las ventas, pero no fue así. El laburante es el que compra motos, pero hoy no sobra nada, la prioridad es pagar las boletas. Es comer, pagar las cuentas y rogar que no te cierren la fuente laboral”, agregó Bravo.
El año pasado, el gremio acordó con la empresa una suspensión del personal con reducción de haberes al 65 por ciento del salario bruto. Ese convenio se renovó hasta marzo próximo aunque con una baja hasta el 55 por ciento del salario bruto con el compromiso de la empresa de que no haya nuevos despidos. El personal empleado se fue achicando en la planta marplatense de Zanella en los últimos meses hasta 47 trabajadores, que antes de la renovación del acuerdo de suspensión se redujo a 37 trabajadores. “La fábrica tiene una actividad mínima, tal vez entregan algún pedido. Pero todo el personal está suspendido y el destino es el cierre. La empresa sigue operando en otros lugares, pero en todos lados están mal e incluso peor”, indicó el dirigente de la UOM Mar del Plata.
Según los datos de la división motos de Acara, que reúne a los concesionarios, en diciembre pasado se patentaron 26.262 motos, lo cual implicó una caída interanual del 54,2 por ciento. En el acumulado del año se vendieron 572.693 unidades cero kilómetro, con una baja del 16,8 por ciento frente al 2017. En particular, Zanella vendió 100.221 motos el año pasado, con lo cual quedó segunda en ventas en el mercado detrás de Honda. Tuvo una caída frente a 2017 del 20,2 por ciento.
Una de las variables que podría enfriar el conflicto sería la ayuda estatal a través de los Repro que maneja el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, que permite solventar una parte del sueldo de los trabajadores. Por ahora, esa soga no llegó. “Ni del gobierno provincial ni del nacional se recibió ayuda, a pesar de que se especulaba que algo podría aparecer”, dijo Bravo. Por su parte, Motomel, otra empresa del sector, suspendió a todo el personal durante una parte de diciembre y dio vacaciones forzadas en enero y febrero para transitar este período de sequía en las ventas.
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