“La articulación de las pymes con los sindicatos es central para la reactivación”, josé Cudina

El integrante de de la Asociación de Empresarios Nacionales -ENAC-, describe la difícil situación que atraviesan las pymes, las perspectivas para la post-pandemia y la importancia del Manifiesto por la Soberanía, el Trabajo y la Producción. Además, el nuevo ámbito de apoyo al sector abierto en el Banco Nación

Política - Opinión16 de julio de 2020ColaboradorColaborador
jose cudina

 “Nunca vimos tanta TV como lo estamos haciendo en esta etapa de cuarentena. Creo que esa imagen refleja la situación difícil, angustiosa y triste que están viviendo miles de pymes”. Quien habla es José Cudina, propietario del Frigorífico Pilar e integrante de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino -ENAC-, asociación de pequeñas y medianas empresas desde donde puede brindar un panorama global de cómo el sector está atravesando este momento tan difícil como inédito.

Los relevamientos trimestrales de ENAC se volvieron un clásico a partir del cual la caída económica propiciada por las políticas del gobierno de Mauricio Macri se plasmaba en números reales. Las expectativas puestas en un cambio de los rumbos económico y político se vieron frustradas a partir de la explosión de la pandemia del coronavirus. Y esta situación se sigue reflejando en esos relevamientos. “Ahí tenemos una base de datos importante. Sobre eso es sobre lo que puedo hablar. Y después está la actividad en negro a cuyas estadísticas no se puede llegar fielmente. Pero la actividad formal de las pymes está en una grave situación. Hay un 40% que no está produciendo nada, entre un 20 y 25% está tratando de reconvertirse para poder sostenerse y las que están funcionando son las que conocemos de actividades esenciales”.

A pesar del mal momento, Cudina no deja de reconocer las diferencias que se palpan entre los gobiernos de Macri y de Alberto Fernández. “Para las empresas que están funcionando el gobierno está tomando una loable y lógica actitud de sostener el 50% del salario de los trabajadores a partir de los ATP, que hoy beneficia a 250.000 empresas. Hay 2.200.000 trabajadores que reciben este ATP. El otro 50% se está pagando con ahorros o capital que tienen las empresas. No sabemos cuanto tiempo se puede estirar esta situación”, advierte, al empezar la conversación con Canal Abierto.

¿Qué perspectivas avizoran desde las pymes a partir de esta realidad?

-Hay dos etapas, esta que puede durar a lo sumo 8 meses más, pero que en algún momento se va a terminar. Hay otra situación que es más importante que es la post-pandemia, que es algo más preocupante que esta situación. Porque no se va a arrancar de cero y se va a solucionar todo. Hay una situación muy difícil para comenzar de nuevo la actividad. Es más, se está discutiendo profundamente en ámbitos tanto del gobierno como de las organizaciones que representan a los diferentes actores políticos.

El Presidente se viene reuniendo con todos los sectores, incluso con nosotros que en la historia de la política argentina hemos tenido muy poco acceso a las discusiones centrales.

Las pymes van en representación de una Mesa Nacional de Unidad Pyme y tenemos una silla en la discusión. Pero también está la UIA, la Sociedad Rural Argentina, la CGT y otros actores. En estos próximos meses, para nuestro punto de vista se está por definir la Argentina de los próximos 5 a 10 años.


Es algo tremendamente importantes, porque lo de la pandemia está acotado a unos meses más, pero lo otro implica un lustro o una década. Entonces, cuando estamos reunidos en esa mesa tan importante de la actividad productiva argentina y está presente Mindlin, actor importante de las empresas energéticas, pero no está para plantear que hay que rebajar el costo de la energía; tampoco está la Sociedad Rural para decir que hay que vender los alimentos más baratos ni los popes de la industria para plantear que la economía y las finanzas se dirijan hacia el sector pyme y no hacia su sector.

Lo que entendemos es que la reactivación y la consolidación del desarrollo productivo en Argentina al momento se debe dar en base a tres factores fundamentales que hay que modificar. Uno es el sistema financiero al servicio de la producción tomando de las riendas del Banco Central. Otro factor es que la comida tiene que estar mucho más barata, que siendo productores de alimentos pagamos cara la política porque se referencia en los precios internacionales. Esto significa que tras comprar la comida te va a quedar poco para gastar en bienes y servicios. Y el tercer punto es la energía. No podemos tener un país productivo ni reactivar las empresas pymes con este nivel de energía. Tampoco podemos competir con el mundo con este nivel de energía. Planteo esto porque desde el ENAC y la Mesa de Unidad Pyme estamos discutiendo y haciendo presiones dentro de nuestras posibilidades. Porque el mundo que viene es un mundo sin o con pocas pymes y, sustancialmente, de un porcentaje que va a estar dentro de ese mundo productivo y económico y otro porcentaje que va a quedar fuera. Algunos especulan que esa distribución sea 70/30. Pero las pymes necesitamos que el 100% tenga capacidad de consumo. Porque un 70/30 nos achica a nosotros que tenemos acceso a los sectores de menos recursos, especialmente las pymes. Y nos quedamos sin mercado.

De alguna manera, y no sin tropiezos, el gobierno está dando señales de ayuda concreta. Pero lo más importante es que estamos discutiendo el futuro, que es lo que va a determinar la argentina de la próxima década.

Desde su aparición como actor representante del pequeño y mediano empresariado ENAC se planteó la importancia del rol político. Durante el gobierno anterior, cuando empezaba a quedar claro que Macri no reelegiría, llegaron a plantear que el gobierno que lo sucediera debía tener representantes de las pymes en sus ministerios. ¿En qué medida se ve hoy esto en el gobierno de Fernández?

-No puedo decir un porcentaje exacto, pero sí que es importante. A nosotros nos prometieron una silla en la mesa de discusión y de las decisiones trascendentes. Esto no quiere decir que nuestra opinión se transforme en las decisiones políticas que hay que tomar, pero sí que se empiezan a tomar en cuenta nuestros puntos de vista. De ahí a implementarlos es otro camino. Nosotros participamos en el Ministerio de Producción, donde discutimos nuestras problemáticas con una frecuencia semanal. Hay toda una intención de parte del gobierno de poner de alguna manera lo que nosotros estamos planteando. Se abrieron muchos canales de participación y diálogo. El de Producción es el principal. Hay también una gran gestión de Claudio Lozano en el directorio del Banco Nación, que a partir de su propia iniciativa se contactó con nosotros. Yo fui el interlocutor en un principio en nombre de todas las organizaciones pyme. Y a partir de una iniciativa del Banco, formaron 23 consejos consultivos pyme en los cuales estamos participando en todos. Estos concejos tienen que ver con reflejar la realidad del sector, no solo de las organizaciones que participan, sino tener un relevamiento más o menos cercano a la realidad donde tienen influencia estas entidades. Eso fue una gran iniciativa. Ahí se va a determinar la capacidad de financiación de créditos para las pequeñas y medianas empresas y se definirán los requerimientos y condiciones. Por supuesto se dará lugar a las asistencias inmediatas. Esto es fundamental porque pos pandemia vamos a atravesar una etapa en la que para poner en marcha esto vamos a necesitar de la ayuda del Estado. Después participamos en los organismos de energía como Enargas y en algunos espacios más como en el Ministerio de Trabajo.

Desde Enac foman parte del Manifiesto Nacional por la Soberanía, el Trabajo y la Producción en el que confluyen con sindicatos y organizaciones sociales. ¿Cuál es el aporte que buscan hacer desde ese lugar?

-Firmamos el Manifiesto desde la Mesa de Unidad Pyme y estamos participando en las reuniones desde aquel primer lanzamiento en Gráficos. Hay sindicatos, organizaciones sociales, diputados nacionales. Es una convocatoria amplia en la que están el Cuervo Larroque, Cachorro Godoy, Emilio Pérsico, Walter Correa, Omar Plaini, en fin, un montón de sectores. La idea es empezar a formar una masa crítica de opinión entre los sectores activos de la sociedad argentina. Me parece fundamental porque uno no comparte los objetivos de la UIA ni de la Sociedad Rural, así que hay que equilibrar la balanza porque si no el platillo inclina para un solo lado. Este es un poco el objetivo, esto está funcionando, haciendo declaraciones conjuntas y la idea es seguir avanzando en una convocatoria más amplia. En la medida que esto empieza a aparecer con interés en diferentes sectores nos va a posibilitar ampliar la convocatoria y de esa manera obtener un consenso como para sentarse como corriente política en la mesa de las negociaciones. El Manifiesto se sigue trabajando. Como es una experiencia nueva en una situación nueva y diferente estamos tratando de ver la metodología de funcionamiento. La articulación de las pymes con los sectores sindicales cumple hoy un rol central en pos de la reactivación del país. Que no es solo reactivación, sino una reactivación con un perfil determinado, que es con todos adentro.

Además de la pandemia, la agenda del Gobierno Nacional viene signada por la renegociación de la deuda. ¿Cuál es la importancia de este aspecto?

-Hay cuestiones técnicas y cuestiones políticas. En algún momento se dijo que era un secreto cómo se iba a negociar la deuda, porque daba determinada ventaja, como guardarse el ancho de espadas en la manga. Por eso me parece que en general nunca se supo exactamente la propuesta de renegociación de deuda. Sí sabemos que hay que hacerla. Ojalá que sea de la mejor manera posible y que no signifique un importante desembolso de las finanzas argentinas que necesitamos para reconversión y reactivación de nuestro mercado. Técnicamente es muy difícil saber quién se negó a pagar una deuda y le fue bien. Sería catastrófico no arreglar. ¿De dónde vamos a sacar los dólares si no tenemos las reservas? No vamos a poder importar la materia prima para producir aluminio, por lo que no se podría fabricar aluminio en el país; no se podría importar el carbón ni el hierro que se necesita para producir acero. Y así con una lista mucho más grandes de cosas. ¿Se puede pensar que un país que no puede producir acero, aluminio ni medicamentos puede salir adelante? Si no pagas nadie te financia, tenes que pagar todo al contado, antes que embarquen el pedido que hacés.

Fuente: Canal Abierto

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