El Empresario PRO Cristiano Rattazzi volvió a calificar a Mauricio Macri "le pondría un 9 y medio"
Instalado como todos los veranos en su espectacular casa de Punta del Este el empresario, militante del PRO, analizó la situación del país y aseguró que, si se hacen las cosas bien, en una década la Argentina podría volver estar entre los primeros 10 países del mundo
Política - Opinión 20 de enero de 2018 EditorSon las seis de la tarde y Cristiano Rattazzi recibe a Infobae con una gran sonrisa y su habitual simpatía, en su fabulosa casa de Manantiales. Sentarse en uno de los sillones de su espacioso living es como estar navegando en un barco en medio del mar. La vista sobre el océano es absolutamente increíble.
El presidente de Fiat Chrysler Argentina pasa sus veranos en esa mansión desde hace 10 diez años, cuando su gran amigo Adolfo Cambiaso (padre) le dijo que el terreno contiguo a su casa estaba disponible y decidió construir allí Villa Azul.
A los 69 años, Cristiano está tan lleno de energía y vitalidad que -en un futuro cercano- no planea mermar su actividad profesional y le cuesta imaginarse qué hará más adelante. Lo único que tiene claro es que quiere pasar más tiempo en Punta del Este y disfrutar de su casa, pero eso recién será dentro de 15 años.
"Mi pasión, aparte de hacer deportes, es volar. Tengo una empresa con un socio, que hace servicios de helicópteros y se llama Modena, así que seguramente -mucho más adelante- voy a ocuparme de eso y de volar más, porque ahora no tengo tiempo. Me encanta volar helicópteros y aviones, hacer windsurf que es otra de mis pasiones. Pero por ahora no, por ahora Fiat Chrysler Argentina es mi parte importante", deja en claro.
-Creo que muchos argentinos tenemos un romance con Punta del Este. Hay que ir muchos años para atrás, cuando la Argentina estaba entre los primeros siete países del mundo y Uruguay era la "Suiza de América Latina". Tenía las mejores playas, los mejores bancos y era un país más evolucionado en la parte financiera. En Argentina estaba toda la parte industrial, económica, agropecuaria… eran dos potencias. En ese entonces, Uruguay era solo para quien podía cruzar, porque no había tantos puentes y, de hecho, sigue habiendo pocos.
-Si hace todo bien, sí. El problema es, como bien dicen mis amigos del Gobierno, y también como siempre digo yo, es muy lindo que tengas ideas perfectas para gobernar y hacer todas las cosas que habría que hacer para que el país sea súper exitoso, como Alemania, por ejemplo; pero para eso primero tenés que ganar las elecciones, porque si no las ganás son solo consejos de afuera. Hay que ganar las elecciones y para ello tenés que mantener cierta popularidad, que no es populismo.
-¿Son cambios que se necesitaban?
Evidentemente, siguen algunos problemas garrafales: 30 por ciento de pobreza… Uno se pregunta: ¿cómo eso puede pasar en Argentina? El populismo llega a Venezuela, que prácticamente está destruida. Pensá que, si no hubiéramos seguido este camino, el camino probable era Venezuela. Los ves frustrados, destruidos, sin comida… ¡y todavía la última vez lo votaron!
Hoy en día el cambio es total. Decir que el Estado se vuelva totalmente puro… ni en los Estados Unidos, ni en España, ni en Inglaterra el Estado es totalmente puro porque no hay un controlador contínuo. Pero hoy en día es un Estado decente, no se puede hablar de lo que fue. Entonces, tiene un potencial y están yendo a hacer las cosas correctas.
-Entonces, ¿qué nota le pondría al Gobierno de Mauricio Macri si tuviera que calificarlo?
-¿Están llegando las inversiones del exterior?
-¿Le gustaría participar en política? Fue fiscal de mesa en las últimas elecciones, por ejemplo.
-¿Qué valores les transmitió a sus hijos Alexia, Manuela y Urbano?
Y por eso tienen que trabajar para devolverle al mundo todo lo que les han enseñado y hacer las cosas bien. Pienso mucho en los valores de despertarse temprano en la mañana y trabajar duro durante toda la semana.