Entre el Aporte Extraordinario y las retenciones, el Gobierno cosechó $600.000 millones extra

Aun con más gasto Covid y más subsidios, permiten sostener la meta presupuestada, según privados. Los fondos de las Grandes Fortunas impactarán recién en mayo, confiaron fuentes oficiales a Ámbito. En abril siguió la prudencia

Economía 19 de mayo de 2021 Colaborador Colaborador
AFIP- 4

Pese al crecimiento de los subsidios ante las subas de un dígito de las tarifas y las últimas medidas anunciadas para paliar la segunda ola de la pandemia, el Gobierno sostiene las metas fiscales trazadas en el Presupuesto. Mientras mantiene la cautela en el gasto, gana aire con los recursos adicionales provenientes del salto de las retenciones gracias al boom de precios de los commodities y del Aporte de las Grandes Fortunas. Según un informe privado, estos dos factores aportarán unos $600.000 millones en ingresos no presupuestados. Así, las consultoras recalculan al alza sus proyecciones de déficit para 2021 producto de los últimos movimientos pero las ubican todavía en línea con el objetivo planteado por Martín Guzmán.

El primer trimestre estuvo marcado por la prudencia fiscal y monetaria. En ese lapso, el déficit primario fue de apenas 0,2% del PBI, lo que implicó una drástica baja respecto de 2020 hasta niveles similares a los de 2018. Por el canje de la deuda, el déficit financiero fue de 0,5% del PBI, el menor en seis años. La mejora en la recaudación, la fuerte disminución del gasto Covid y la reducción real de las prestaciones sociales habían dejado incluso un leve superávit primario de $5.000 millones en el primer bimestre. En marzo la dinámica se revirtió y el rojo antes del pago de intereses marcó $74.500 millones, 40,3% más bajo que un año atrás, cuando comenzó la cuarentena.
 
Este jueves, la Secretaría de Hacienda publicará el resultado fiscal de abril, un mes en que el Gobierno impuso mayores restricciones a la circulación ante la llegada de la segunda ola e incrementó (aunque todavía de forma cautelosa) el gasto Covid: anunció el bono de $15.000 para beneficiarios de la AUH y monotributistas A y B del AMBA, y amplió el Repro para sectores afectados. Como la AFIP informó que ese mes ingresaron $103.788 millones correspondientes al Aporte de las Grandes Fortunas, algunos analistas esperaban que incluso el saldo primario fuera superavitario. Sin embargo, una alta fuente de Economía le dijo a Ámbito que esos recursos impactarán en las cuentas públicas recién en mayo “por una cuestión operativa y de registro”.

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Esto hará que los ingresos del mes pasado sean menores a los previstos aunque le garantizará al Gobierno un importante oxígeno fiscal en las cuentas de mayo. Y en los siguientes cinco meses, el llamado Aporte Solidario y Extraordinario aportará cuotas de alrededor de $26.000 millones. Con todo, el dato de abril volverá a mostrar otra fuerte reducción del rojo contra los niveles de 2020. “Si no impacta el impuesto a las grandes fortunas, esperamos que el déficit primario sea levemente mayor al de marzo porque empiezan a impactar las medidas de gasto tomadas por el Covid”, señaló Joaquín Waldman, economista de Ecolatina.

La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) publicó días atrás el resultado de abril sobre las cuentas devengadas por la Administración Pública Nacional, que confirmó la continuidad de la disciplina fiscal impulsada por el Ejecutivo. Un punto que fue motivo de debate con otros sectores del oficialismo, que promueven mayores políticas expansivas. Si bien el dato es distinto al que publicará Hacienda (que realiza la medición base caja) sirve para observar la tendencia. La OPC midió un déficit primario de $55.000 millones, casi cinco veces menor al de un año atrás (en el mes de cuarentena más estricta) aunque también más bajo que el de marzo de 2021. Pesaron principalmente la contracción real del gasto Covid, jubilatorio y salarial (61,7%, 13,4% y 12,9% interanual) y el salto del 83,5% real de los ingresos por retenciones.

Más allá de las últimas decisiones dispuestas por el Gobierno tras las discusiones internas, que trastocaron los planes iniciales (como la importante ampliación de la Tarjeta Alimentar y la suba de un dígito de las tarifas, que implicará más subsidios), la intención de Guzmán es sostener las metas presupuestadas: un déficit primario del 4,5% del PBI y un rojo financiero del 6% para todo 2021. Su premisa es que una mayor inyección de pesos en la economía podría reavivar las presiones cambiarias y complicar aún más la desaceleración de la inflación. Los privados creen que tiene aire para lograrlo.

Un reciente informe de Delphos Investment recalculó al alza su proyección y ahora espera un rojo primario de entre 4,3 y 4,6% del PBI. “El mayor gasto en subsidios y ayuda social estaría financiado por los ingresos no previstos de retenciones e impuestos extraordinarios, manteniendo el déficit primario cercano a la meta presupuestaria”, planteó. Según sus cálculos, a los $223.000 millones que agregará el Aporte de las Grandes Fortunas de acuerdo a datos de AFIP, los altos precios de los commodities dejarán $380.000 millones adicionales (casi 1% del PBI) en derechos de exportación por sobre el nivel estimado en el Presupuesto. Entre ambos conceptos, son más de $600.000 millones, que permitiría compensar los $370.000 millones extra en subsidios y los cerca de $200.000 millones en gasto Covid.

Waldman coincidió y proyectó un rojo primario en torno al 4,4% del PBI. Además de los ingresos no previstos, señaló que también jugará a favor el hecho de que en 2020 la actividad cayó menos de lo planteado en el Presupuesto: “El arrastre estadístico para 2021 es mayor de lo esperado y el crecimiento va a estar por arriba”.

Sin embargo, se trata de una foto con los datos al día de hoy en un escenario más que cambiante. Nuevas restricciones, como las que por estas horas analizan los Gobiernos nacional, bonaerense y porteño, podría modificar las previsiones.

Fuente: Ámbito

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