Los dueños de las pequeñas y medianas empresas analizaron con preocupación el golpe a la rentabilidad del sector industrial con los incrementos en los precios y la retracción de la producción en distintos sectores de la actividad fabril. El resultado fue a partir del achicamiento del mercado interno y las dificultades que atravesaron con el acceso al crédito para realizar inversiones ante la política antiinflacionaria del Banco Central.
Las pymes esperan que durante 2018 se recupere el mercado interno, se reviertan las malas condiciones con las que convivieron en materia de competitividad, crezca la oferta financiera para la industria y la cadena de pago se acorte para poder recuperar la rentabilidad perdida a partir del “esfuerzo” que realizaron en los dos primeros años de la gestión Macri para “normalizar” la economía.
Los dueños de las pequeñas y medianas empresas analizaron con preocupación el golpe a la rentabilidad del sector industrial con los incrementos en los precios y la retracción de la producción en distintos sectores de la actividad fabril. El resultado fue a partir del achicamiento del mercado interno y las dificultades que atravesaron con el acceso al crédito para realizar inversiones ante la política antiinflacionaria del Banco Central.
Las pymes convivieron con aumentos tarifarios y una "insoportable" presión tributaria
Sin embargo, un grupo grande de pymes consideró ese contexto como parte de las medidas “inevitables” y “necesarias” para lograr un equilibrio en la macro economía nacional, gracias a la reducción de déficit del Estado, para poner así en línea la baja de la inflación y mejores condiciones para la competitividad.
En ese contexto, el crecimiento de los costos de la energía, tanto eléctrica como de gas, tuvo un fuerte impacto en las fábricas en general, más allá de las electrointensivas. Las pymes convivieron con aumentos por la “normalización” del cuadro tarifario, a la par de una “insoportable” presión tributaria nacional, provincial y municipal.
Los bonaerenses comenzaron a sentir el impacto del revalúo inmobiliario en las fábricas instaladas en territorio provincial, a partir de la decisión que tomó el Gobierno de María Eugenia Vidal. Será “otro de los aportes que realizará el sector para ayudar a mejores condiciones en la infraestructura y la conectividad”, analizaron fuentes consultadas por BAE Negocios.
Por caso, toda esta línea de análisis es la que tiene la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba), a partir de las reuniones que mantiene con sus asociados a lo largo del territorio más fabril del país. También señalan desde la entidad que existen sectores con muestras de recuperación de la actividad que dejaron más que señales durante el 2017.
El presidente de la Uipba e integrante de la mesa chica de la UIA, Mario Gualtieri, destacó la importancia de “haber puesto el hombro para avanzar en una economía previsible, con variables confiables para la toma de decisiones, aún cuando los tiempos para la industria fueron complejos, con las particularidades lógicas inherentes a cada uno de los sectores”.
“La ley Pyme dio una señal importante al sector ya que atendió a viejas reivindicaciones que se venían solicitando, comenzando a dar frutos en cuanto a las decisiones del sector privado que tienden a avanzar en las decisiones de inversión, generación de empleo y desarrollo sustentable. Y la adhesión a la ley de ART fue otro gran paso para desinflar los costos en litigiosidad, que está mostrando los primeros resultados. En línea con esto, estamos trabajando junto al Gobierno para implementar el ICLO, que es equivalente al Seclo nacional”, enfatizó el presidente equivalente al Seclo”, de la entidad bonaerense.
En ese mismo camino, los industriales esperan un avance concreto y ágil de la reforma laboral, “sin necesidad de perjudicar a los trabajadores sino que, en base al consenso, haga su aporte para poder adaptarnos a las nuevas reglas del mercado mundial”. Justamente la competitividad mundial es uno de los ejes del crecimiento para el sector pyme, según definieron los empresarios.
“Aspiramos a que el contexto se vaya armonizando y poder entrar en tiempos de mayor normalidad, que no estemos con las reformas permanentes para brindar un contexto de mayor seguridad a las empresas y los trabajadores. Es momento de entrar en una etapa de mayor utilización de capacidad instalada de las empresas”, analizó el líder fabril.
Los empresarios valoraron “el clima de negocios de mayor tranquilidad” aunque reclamaron que para que exista un crecimiento en la producción fabril y la exportación “deben converger los índices inflacionarios y las tasas de interés a niveles internacionales, para poder seguir invirtiendo en nuevas tecnología y crear nuevas fuentes de empleo”, dijo Gualtieri.
Los dueños de las pymes esperan para este año un crecimiento en las ventas para poder recuperar rentabilidad y retomar el camino de la reinversión. Ese circuito generará empleo de calidad, aseguraron los dueños de las fábricas. Para eso, esperan señales externas que favorezcan el clima de recuperación del sector, como el crecimiento de Brasil para empujar la producción que cruza las fronteras argentinas, cuyo principal destino es el principal socio comercial de la Argentina en el Mercosur.
Fuente: Diario BAE