Para Syngenta "No hay proyecto productivo que pueda avanzar con tasas como las que rigen en Argentina"

Inflación, tasas de interés alta, elecciones, especulación financiera y semillas, son tan solo algunos de los temas de conversación que mantuvo BAE Negocios con el presidente de Syngenta, Antonio Aracre.

Política - Opinión08 de abril de 2019EditorEditor
20190408 - Antonio Aracre Sygenta

El empresario se mostró muy desilusionado con el presidente Mauricio Macri, a quien le recomendó buscar acuerdos para mejorar la economía de cara al futuro.

—¿Vamos camino a una buena campaña en un contexto complicado?
—Fue un año agronómicamente excelente e inmejorable, pero en términos políticos y económicos es bastante dramático. Más incertidumbre no podemos pedir.

—En lo político qué ve
—Hoy no hay una reelección garantizada para el Gobierno y aparecen otras opciones nuevas como Lavagna, con un kirchnerismo que todavía no define quien va a ser su candidato o un peronismo que no se sabe si va unificado o no. Eso pone un marco de incertidumbre amplio en la sociedad y el campo forma parte de ella.

—¿Y lo económico?
—En lo económico eso se traduce en un tipo de cambio inestable con tasas de interés que francamente obstruyen cualquier intento de aceleración productiva. Cualquier persona que intente desarrollar un modelo productivo a través de un apalancamiento de financiación no puede. No hay evidentemente un proyecto productivo que pueda avanzar con tasas como las que rigen en la Argentina.

—¿Que me dice de la inflación?
Es la madre de todos los problemas. Sino la podemos controlar difícilmente podamos bajar la tasa de interés y estabilizar el tipo de cambio.

—¿El método del Gobierno para controlarlo es efectivo?
—Si sólo acudimos a instrumentos monetarios y no buscamos un pacto nacional será difícil. Acá deben estar todos, desde los empresarios, sindicatos, partidos políticos, los cuales debemos ponernos de acuerdo en dos o tres cosas mínimas de cómo pasar esta coyuntura para que no sea dramática para nadie sobre todo para la gente que es la que mas sufre, en ese entorno está metido el agro que no es ajeno

—¿Pero el campo no está un poco mejor?
—Está un poco más preservado, tiene sus precios mas protegidos con un esquema de exportación dolarizada, pero sufre las mismas situaciones que sufrimos todos en la sociedad.

1554468232303Inédito: En Buenos Aires las exportaciones del agro superan a las industriales

—¿Le dieron apoyo económico al productor?
—Hace muchos años que estamos en este negocio y sabemos cuales son los dilemas del productor, lo entendemos y nosotros tratamos de acompañar al productor en aquellas cosas donde sentimos que su dilema es mas intenso.

—¿Que hicieron?
—En lo que refiere a la cuestión climática como fue la sequía, salimos con un programa que se llama Integra que ofrece coberturas. Para dar un dato cuántico nosotros reintegramos a más de 3.000 productores más de $150 millones por insumos que compraron y que no pudieron utilizar o que los usaron sin poder obtener un rendimiento idóneo a cambio, como consecuencia del mal clima. Esto no existe en ninguna otra empresa de la industria, es inédito y lo venimos reiterando hace tres campañas y lo vamos a sostener porque esta generando un efecto de confianza en nuestros productores muy fuerte.

—¿Financiamiento?
—Sí, le dimos una solución que se llama Crescere y que le ofrece al productor la posibilidad de financiarse a cosecha sin tasas de interés, suena raro en la Argentina. Además, si está dispuesto a securitizar su deuda con un contrato, puede obtener un mejor precio que el que ofrece un exportador. Eso es asociarse.

—¿Cómo interpreta la falta de una nueva ley de semillas?
—Como la gran desilusión de Mauricio Macri. Él llegó al gobierno prometiéndonos a todos que venia a generar una revolución del conocimiento, a poner el país en orden, a resultar creíbles a los inversores e hicimos mucho trabajo para convencerlo a él y a todos los actores de la cadena de que una ley de semillas podría traer todas esas inversiones y empleos que la Argentina necesita, pero el Gobierno no ha sabido articular en el Congreso los acuerdos necesarios para que los partidos de la oposición lo acompañen en una ley que generaría todos esos empleos. Opto por otras batallas.

—¿Faltó compromiso?
—Faltó convicción y compromiso. Uno se compromete cuando pone el cuerpo y eso tiene un costo. Yo no vi ese involucramiento corporal. Y en cuanto a la lucha en el Congreso, por defender algo por lo que creo que tengo que luchar, tampoco lo vi, lo que vi es: nosotros apoyamos esto, pero bueno, los consensos los tienen que generar otros.

—¿Tiene algún reparo con el proyecto?
—Me conformo con que haya una ley imperfecta a que no haya nada, siempre dije desde el primer día: negociemos para que todos se sientan cómodos con la ley, para que el pequeño productor no se sienta que lo van a esquilmar, para que el gran productor sienta que tiene mas opciones y que no se llame la ley de fulanito o menganito, para que las empresas sientan que pueden invertir, para que el Gobierno vea que tiene un sistema que puede controlar, negociemos para que todos nos sintamos cómodos.

—¿El sistema Bolsatech es el ideal?
—Me parece que ha sido destruido por las sucesivas dilaciones. Lo que va a pasar es que el productor frente a las malezas resistentes -que son una realidad- no va a tener opciones. Nosotros no vamos a lanzar una solución biotecnológica nueva sin una ley acorde y creo que los competidores estamos en la misma página. La Argentina se queda en otro siglo.

Entre la timba y el ingreso genuino

—¿Cómo puede lograr más empleo la industria semillera?
—A partir de la soja y el trigo. Para eso hay que transformarla en una industria similar a la de maíz, es ahí donde es necesario una nueva ley de semillas.

—Cómo así?
—Sólo en la adopción de semilla comercial que hoy no existe. Estamos hablando de unos 100.000 puestos de trabajo.

—¿De qué monto estamos hablando?
—Hablamos de inversiones de alrededor de u$s1.000 millones.

—Inversiones que no llegaron...
—No. Una inversión espera un retorno de su negocio en torno de un 5% o un 10%.

—Pero al principio no hay retorno
—Algunas al principio pueden esperar quizás un retorno negativo porque los primeros años son difíciles, pero no del 65% como algunas inversiones financieras tiene hoy en la Argentina sin generar puestos de trabajo.

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