
La T se adueño de la UIA y la UIPBA: Puso todos los alfiles a controlar los industriales
Con el aval de Techint, un industrial bonaerense asume y buscará un diálogo más fructífero con el Gobierno. Dólar, importaciones e impuestos en la agenda.
El candidato del Frente de Todos estuvo reunido ayer con dirigentes de la UIA, con quienes demostraron estar de acuerdo en varios aspectos. Se habló de un compromiso para reactivar el Consejo Económico y Social
Política - Industria03 de octubre de 2019La cúpula de la Unión Industrial Argentina y el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, mostraron una sintonía en todos los temas que se presentaron en la mesa del salón Petiribí de la sede fabril. Allí repasaron las problemáticas de la producción manufacturera aunque coincidieron en la necesidad de avanzar en políticas de aplicación en un eventual gobierno. La eliminación de las retenciones para los productos industriales y la restitución de los reintegros en materia de exportación, la creación de financiamiento productivo a tasas competitivas y la aplicación de una reforma impositiva fueron algunos de los puntos en común.
Alberto Fernández admitió que gobernará con una fuerte restricción en materia fiscal, situación que atará la reactivación de todos los sectores, aunque dijo que apostará por el ingreso de divisas del extranjero a través de la industria. Fue agua fresca en el medio del desierto de los empresarios fabriles, que tienen una lista de ocho años sin creación de empleo pero de un año y medio de recesión furiosa.
El candidato del Frente de Todos aprovechó para pedirles dejar atrás el escenario de derrumbe de la actividad y meterse en las propuestas de futuro. Allí calzó justo el documento de la UIA preparado para los presidenciales, con una batería de propuestas industriales, en donde se destacan los problemas que generan los costos impositivos, la ausencia de créditos para el sector, los costos laborales no salariales, y los logísticos.
El cónclave duró casi dos horas. Fernández llegó a la UIA a las 11.45, quince minutos más tarde que Cecilia Todesca, Santiago Cafiero y Matías Kulfas. Hasta las 13.30 estuvo en Avenida de Mayo 1147, y fue el encargado de desarrollar sus propuestas y de responder las preguntas. "Estuvo abierto, bien predispuesto a repasar los temas. Y mostró que está al tanto y tiene una buena foto de la industria con caída de 8 años en la actividad", le contó a BAE Negocios uno de los industriales que participó del cónclave.
Se habló del dólar. Hubo coincidencia en la falta de necesidad de poner en marcha otra devaluación para hacer competitiva a la actividad en el exterior por medio del tipo de cambio. "Sabe a donde se metió. Se lo ve motivado y con ganas a trabajar del discutir los temas. Tenemos que discutir entre todos la forma de institucionalizar el diálogo social", confesó otro de los participantes del lado de la UIA.
Alberto planteó darle forma concreta al Consejo Económico y Social, y le pidió a los industriales profundizar el diálogo con los sindicatos. Y les adelantó que en los próximos días enviará al diputado nacional y ex viceministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, para darle forma al plan de lucha contra el hambre que pretende poner en marcha aún antes de las elecciones. "No puede ser que un país que produce para darle de comer a 400 millones de personas, tenga a 5 millones con necesidades alimentarias", se quejó.
Volvió a plantear un viejo anhelo presidencial de lograr que los embajadores argentinos en el mundo sean vendedores de los productos nacionales. Buscará así reemplazar el ingreso de dólares financieros por productivos. Muchos de sus interlocutores lo miraban incrédulos aunque se entusiasmaron aún a pesar del respaldo "casi ciego" que tuvieron con el Gobierno de Macri, según confiaron las fuentes consultadas.
Las mismas fuentes señalaron que la figura de Fernández comenzó a traccionar expectativas entre los industriales, al punto que varios hicieron fila para armar un vínculo.
Con el aval de Techint, un industrial bonaerense asume y buscará un diálogo más fructífero con el Gobierno. Dólar, importaciones e impuestos en la agenda.
Son dos históricas marcas que tenían locales propios en los principales shopping del país. Los comunicados de las empresas y cuál es el efecto de la liberación de importaciones en el sector.
El gobierno de Javier Milei anunció una reducción drástica de los aranceles a la importación de ropa y calzado, argumentando que esto ayudará a frenar la inflación y mejorar la competitividad. Sin embargo, la Unión Industrial Argentina (UIA) y el sector textil denunciaron que la medida pone en riesgo miles de empleos y debilita la producción nacional, permitiendo una competencia desleal con productos importados.
Mientras la crisis golpea a los sectores populares, el poder económico, encabezado por las grandes corporaciones, el sector financiero y la agroexportación, se enriquece mientras el gobierno de Javier Milei reprime las protestas. Con una UIA pasiva, AEA empujando la desregulación y las pymes al borde del colapso, el país se encamina hacia un modelo de ajuste brutal que solo beneficia a los más poderosos.
En un nuevo ataque al sector productivo, el presidente Javier Milei despreció a la industria nacional y su rol en la economía. Mientras tanto, la Unión Industrial Argentina (UIA) se mantiene pasiva, sin enfrentar las políticas que están provocando cierres de fábricas, despidos y recesión. La falta de reacción genera inquietud en los empresarios que ven cómo su sector se debilita ante la apertura indiscriminada de importaciones.
La automotriz General Motors confirmó la desvinculación de más de 300 trabajadores en su planta de Alvear, Santa Fe. La decisión se suma a la ola de despidos que golpea al sector industrial, agravada por la caída del consumo, la apertura de importaciones y la recesión provocada por el modelo económico de Javier Milei.
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Scott Bessent estuvo con Milei en la Rosada y rechazó una línea de crédito como había filtrado el gobierno.
Fallece el Papa Francisco. El mundo pierde a un líder del pueblo.
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Se trata de Robert Prevost, crítico de las deportaciones de Trump y muy cercano a las ideas de Francisco. Se llamará León XIV. Es de Chicago, vivió 25 años en Perú y habla perfecto español.