El gremio bancario va por empleados de Mercado Libre y fintech

El empresario y el líder gremial tendrán un nuevo round durante la presidencia de Alberto Fernández. Ya mantuvieron un encuentro: qué es lo que viene

Política - Sindicatos 11 de diciembre de 2019 Colaborador Colaborador
Galperin

Mecado Libre es una de las empresas que más creció en capitalización de mercado. Sin embargo, en este último tiempo los números no la acompañaron: tuvo un rojo de u$s150 millones en el tercer trimestre y acumuló una pérdida de u$s118 millones en los primeros nueve meses de 2019, el triple que en igual lapso del año pasado (-u$s35 millones).   

Es cierto que estas cifras no complican en nada la performance de la empresa mejor valuada de Argentina (u$s29.000 millones, cinco veces más que YPF), pero también es verdad que el contexto político cambió y que podría verse afectada en su operatoria de cara a lo que viene.

La principal embestida viene por el lado gremial. Sus directivos le trasmitieron esta inquietud al titular del gremio bancario, Sergio Palazzo, en el marco de un almuerzo organizado por la Cámara Argentina Fintech: "No somos la gallina de los huevos de oro", le expresaron al sindicalista.

  
Con estas palabras intentaron disuadirlo en su plan de avanzar en el encuadramiento de 10.000 empleados de la actividad, pretensión que el gremialista -muy allegado a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner- ratificó durante el encuentro.

El convite duró más de una hora y fue solicitado por los propios empresarios inmediatamente después de las elecciones del 27 de octubre, tal como anticipó iProUP. Pero su contenido recién fue revelado en las últimas horas por fuentes consultadas por este medio.

Si bien el objetivo de los anfitriones era "conocerse", lo cierto es que no hubo demasiados avances. Más bien, cada sector se mantuvo inamovible en su postura: Palazzo anticipó su firme intención de "encuadrar a todos" los empleados que realizan tareas bancarias en las fintech y los CEO duplicaron la apuesta.

"Si ustedes representan al personal de servicios financieros, ¿por qué no están en su convenio los empleados de Prisma, First Data, la pata financiera de Garbarino y Volkswagen?", disparó uno de los gerentes de la compañía de Galperin.

La mención no fue azarosa. Se trata de empresas cuya actividad principal o secundaria está vinculada al servicio de tarjetas y créditos, bajo el convenio de Comercio. Una situación similar a la de las financieras digitales como Mercado de Pago, el brazo financiero de Galperin.

En las plataformas de pagos observan una alianza virtual del sindicato con un sector de la actividad bancaria. Prisma fue, hasta marzo pasado, propiedad de un grupo de 14 bancos con exclusividad para ofrecer los servicios de Visa, mientras que First Data acaparaba los de Mastercard.

Las fintech argumentan que al utilizar fondos propios en lugar de depósitos de ahorristas para otorgar créditos no hay intermediación financiera, por lo que pueden volar por debajo del radar de la autoridad monetaria. Ese argumento quedaría derribado con la asunción de Miguel Pesce al frente del Banco Central y de Mercedes Marcó del Pont en la AFIP.

"El nuevo Gobierno y el cambio de conducción del Banco Central traerá consigo modificaciones en las normativas: habrá resoluciones que pondrán límites al accionar de las fintech", aseguran desde el entorno de Palazzo.

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Desde hace dos meses, el sindicalista tiene un equipo de especialistas trabajando en su plan de encuadramiento, encabezado por el estudio jurídico de Héctor Recalde, abogado de la CGT y exdiputado kirchnerista. La idea es presentar el trámite ante el Ministerio de Trabajo cuando asuma el nuevo titular, Claudio Moroni.

En simultáneo, el dirigente avanza en la capacitación de delegados para su desembarco en territorio fintech y en la protección de las fuentes laborales frente al avance tecnológico, en una actividad en la que se perdieron cerca de 3.000 puestos en los últimos dos años.

Precisamente, ese fue uno de los temas que se trató en una jornada la semana pasada en la seccional Buenos Aires.

Nuevo escenario

En el cuartel central de Galperin, en Saavedra, son conscientes del cambio que se avecina. El resultado de las PASO provocó una fuerte caída de las acciones del gigante argentino y, desde entonces, el CEO de Mercado Libre intentó acercamientos al presidente electo.

Este año, la firma invirtió $1.100 millones para abrir oficinas y mantiene abierto un plan para reclutar 750 personas para cubrir vacantes en diferentes áreas. "Nos comprometemos a trabajar juntos para lograr el desarrollo sostenible", le dijo Galperin a Alberto Fernández el jueves pasado en un tuit con el hasghtag "CrecerEsLaSalida".

Desde su entorno reivindican el rol protagónico que mantuvo la empresa durante la campaña electoral en la que su dueño pasó de apoyar abiertamente a Macri a visitar a Alberto, gracias a su contacto con el camporista Eduardo Wado de Pedro, flamante ministro de Interior.

"Entramos y salimos por la puerta grande", aseguran en Mercado Libre. El gran interrogante es si ahora volverá a ingresar por la misma puerta que abrió el macrismo. Las señales provenientes del campo sindical generan preocupación en el unicornio valuado en u$s29.000 millones.

Por empezar, el desembarco de Palazzo en Mercado Pago se traducirá en un fuerte incremento de los costos laborales. A modo de defensa ante el inminente embate, los ejecutivos que trabajan con Galperin aseguran que los salarios son buenos y que los empleados gozan de beneficios. Desde la otra vereda argumentan que el convenio bancario parte de un nivel salarial más elevado: piso de $60.000 para una jornada de siete horas y media.

Por otra parte, el sindicalista acusa a la plataforma de realizar "prácticas desleales" contra los bancos y de ser beneficiada por el régimen impositivo que corresponde a la Ley de Economía del Conocimiento, por estar registrada como una desarrolladora de software.

Palazzo no es el único interesado en avanzar sobre Mercado Libre. El mismo deseo comparte el camionero Hugo Moyano y un sector del gremio de Cavalieri. En ambos casos, buscan representar al personal del centro de distribución de la empresa en Mercado Central, uno en el área logística y otro en la parte administrativa.

La presunta "inspección" que intentó realizar recientemente una delegación de mercantiles de La Matanza encendió la luz de alerta en el galpón de alta tecnología de más de 65.000 metros cuadrados en donde trabajan más de 600 empleados.

Hasta ahora, Cavalieri fue una suerte de aliado de Galperin, ya que su convenio es el que tapona el ingreso de los bancarios en Mercado Pago en la comisión de encuadramiento de la CGT. Por ese motivo, el dirigente de Comercio es visto todavía por los empresarios de la actividad como un sindicalista "friendly".

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Uno de los bancos digitales más importantes del mundo, dispuesto a desembarcar en la Argentina, venía explorando un acercamiento con el "gitano" para esquivar a Palazzo, pero el cambio de gobierno y el cepo cambiario demoraron sus planes de efectuar inversiones en el país a la espera de novedades, según confirmó iProUP.

En medio de las presiones sindicales, Galperin le ganó una pulseada a Moyano vinculada a su centro de almacenamiento inaugurado este año y registrado con una razón social diferente (Mercado Logística). Allí, logró el último paso para reconocer el convenio con la Unión de Carga y Descarga, liderado por Daniel Villa, rival de Moyano.

Previo a su renuncia, el ministro de Producción, Dante Sica, validó el acuerdo, por lo que la disputa deberá resolverse ahora en la Justicia. El camionero había denunciado serias irregularidades en la homologación del entendimiento que introdujo una virtual reforma laboral.

Con ese regalo de despedida por parte de Sica, los hombres de Galperin se quedaron más tranquilos. Creen que es poco probable que Moroni avance sobre el convenio de carga y descarga, sin aval de los jueces. Y tampoco hay demasiados antecedentes sobre la anulación de convenios reconocidos por las autoridades.

Por otra parte, saben que cualquier reclamo de encuadramiento debe ser resuelto en la CGT, en cuyo interior persisten los enfrentamientos entre el ala dialoguista representada por Cavalieri y los duros, encabezados por Moyano y Palazzo. "Si tuviéramos un sindicato por cada actividad que hay en la empresa, tendríamos 25", advierten en Mercado Libre.

Además del embate sindical, la compañía debe atender otros frentes: el ente recaudador de la Ciudad (AGIP) se sumó a ARBA y publicó la resolución N°305/2019 que obliga a las plataformas digitales que operan como intermediarias –como Mercado Pago o Todo Pago– a retener Ingresos Brutos.

Así a partir del próximo 1 de febrero, el impuesto alcanzará a las operaciones reiteradas que superen la cantidad de 25 por mes y el monto total mensual de $12.500. Otra señal de los nuevos vientos que soplan.

Fuente: iProfesional