Matías Kulfas: “Los empresarios tienen margen para dar aumentos salariales por encima de la inflación”

El ministro de Desarrollo Productivo aseguró que el crecimiento de la economía permitirá el crecimiento del salario real. Presión tributaria, límites para importaciones, los controles de precios y el debate por el superávit fiscal: “Se generó una discusión un poco ideologizada sobre si el superávit es de derecha y el déficit es de izquierda. Es algo absurdo”

Política - Opinión 17 de febrero de 2022 Colaborador Colaborador
Matias kulfas

Las dos principales objeciones que hoy por hoy se escuchan de boca de cualquier empresario argentino, la falta de dólares para importar y la presión impositiva, son rechazadas de plano por Matías Kulfas. En diálogo con Infobae, el ministro de Desarrollo Productivo aseguró que los dólares “ni faltaron ni van a faltar”, que el sistema tributario argentino no alejan inversiones y que la economía funciona “con todos los motores encendidos”, al punto que este año no crecerá menos del 3,5%. No obstante, alerta sobre la necesidad de ordenar la macroeconomía y acepta que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional será “un marco” para eso, incluyendo el equilibrio fiscal.

-¿Qué estimación tienen de crecimiento del PBI para este año?

-Todos los motores de la economía están activos. Crece la industria, la construcción, la actividad primaria, hay una recuperación enorme del turismo. La base de crecimiento es 3 o 3,5%, incluso estamos proyectando por encima de ese nivel. Siempre con heterogeneidades. En enero en la industria vamos a ver un parate, porque en enero de 2021 la mayoría de las fábricas no dieron vacaciones porque estaban saliendo de la primera ola. Este 2022 sí tuvo varias paradas técnicas por eso vamos a ver algún nivel de actividad inferior, pero se va a poner rápidamente en línea.

-Si el acuerdo con el FMI se cerrara tal como fue anunciado, ¿va a impactar en la disponibilidad de dólares para importar?

-Claramente el acuerdo con el FMI es un factor para disipar incertidumbre. Nos va a permitir acumular más reservas en el BCRA. Venimos de un año 2021 con un superávit comercial importante, sin embargo el BCRA no pudo acumular reservas por pagos de deuda, incluso al propio FMI, y por otros factores que este año no van a estar. Pero los dólares para importar están. El año pasado fue el año de récord histórico de importación de insumos. Hubo varios meses en que las importaciones fueron 50% más altas que respecto a 2019. Por supuesto que están las demandas puntuales, algunos dicen ‘no hay neumáticos’. El año pasado se produjeron casi 500.000 autos en la Argentina. Salieron de las fábricas con ruedas. Queremos llevar la absoluta tranquilidad de que estamos en un nivel de importaciones significativo, con rubros de mucho crecimiento. No faltaron los dólares, y no van a faltar.

-¿Si ese es el escenario, podría haber menos “cepo” para los importadores?

-Yo creo que sí, las normas restrictivas fueron muy puntuales y acotadas, no ha faltado nada relevante más allá de situaciones particulares. El otro aspecto positivo del acuerdo con el FMI es que el sector privado amplíe su capacidad de financiamiento de sus importaciones.

-¿Qué nivel de importaciones va a demandar ese crecimiento estimado del PBI?

-Tenemos proyecciones elaboradas con el Banco Central y nos da que tanto por el perfil de importaciones y de exportaciones estamos bien, no van a faltar dólares. Parte del incremento esperamos que pueda cubrirse con financiamiento comercial.

-¿Qué impacto puede tener la inflación en el sector productivo?

-Los motores del crecimiento están activos. No desconocemos y nos preocupa la inflación. Buscamos reducirla pero hay una inercia inflacionaria muy fuerte. Hay factores internos y externos que no contribuyen. Una suba exponencial de insumos industriales, agropecuarios impactaron de lleno en los costos internos, agravado por ser una economía fuertemente dolarizada. El componente inercial es complicado y es lo que cuesta manejar. La política monetaria y cambiaria va a ser importante, disipar factores de incertidumbre para eliminar las perspectivas devaluatorias. A pesar de que fuimos muy claros acerca de cuál era la pauta devaluatoria el año pasado y eso se cumplió de acuerdo al Presupuesto.

-Pero al mismo tiempo la proyección que no se cumplió fue la de inflación.

-Hay una cuestión que es de costos. Cualquier insumo subió en dólares 70 u 80 por ciento. No hay manera de absorber eso sin que impacte en los precios domésticos. Ese factor va a estar un poquito más calmado. En ese marco, con un poco más de estabilidad, certidumbre, con reestructuración de la deuda de manera integral y con la política monetaria del Banco Central, con rendimientos en pesos positivos, se va a generar un marco para empezar a desinflar la economía. No va a ser mágico. Ahí entra en juego la política que lidera Roberto Feletti, como Precios Cuidados, los fideicomisos en el mercado de consumo para tener precios más baratos en insumos.

-¿No está agotado el sistema de control de precios? Los alimentos siguen subiendo.

-No, no creo que haya agotamiento. Control de precios, estrictamente hablando, hubo algunos meses en 2020 y un poco en 2021. Estas son políticas de precios de referencia. Pero si en el medio está la inercia y expectativa devaluatoria, es otra cosa. Eso se revierte desde la macroeconomía, no con negociaciones formales con formadores de precios.

-¿Están pensando reforzar esos esquemas o llamar a una mesa con empresarios y gremios, con una pauta de precios y salarios?

-Este es un año para que los sindicatos peleen paritarias que empiecen a mostrar una recuperación fuerte del salario real. Los márgenes empresariales, por la información que tenemos, en promedio están bien. Con el crecimiento del año pasado y de éste, los empresarios tienen margen para dar aumentos salariales por encima de la inflación y que nos permita ordenar el poder adquisitivo. No creo que haya en la inflación un componente de puja distributiva entre empresarios y sindicatos. Están focalizadas en la inflación de costos y en la inercia.

-¿No le adjudicá ninguna influencia a la emisión monetaria?

-No soy monetarista, no es siempre una causa monetaria, pero no descarto ese factor. Hubo una emisión muy fuerte en 2020 y 2021, se va a achicar por las necesidades más limitadas del Tesoro y ese factor va a ayudar a reducir las tensiones inflacionarias.

-Los trabajadores informales quedaron muy por debajo de la inflación en 2021. ¿Cómo van a revertir esa situación?

-Una parte importante de ese fenómeno se explica con que hasta agosto o septiembre una parte importante de sectores como gastronomía, turismo, que tienen mucho trabajo informal, tuvieron niveles de actividad bajísima. Hoy la situación es otra, hay un crecimiento enorme de ese empleo que va a mejorar los salarios. Este año estamos en condiciones de que el salario en su conjunto le gane a la inflación, no solo el trabajador registrado formal.

-¿Puede tener un impacto en la inflación la negociación paritaria?

-Creo que no es el escenario. Hoy los márgenes industriales están en niveles más que razonables, en promedio. Siempre hay excepciones. Está creciendo el consumo, con lo cual uno diría que tanto el precio como la cantidad están creciendo. Con que el empresario tenga que achicar un poquito, o mucho, su margen para dar aumentos salariales, va a tener una masa de ganancias interesante este año. Ahí está el equilibrio, en compensar márgenes con mayor nivel de actividad.

-¿El Gobierno está pensando en hacer alguna modificación en el sistema impositivo?

-No estamos previendo ninguna modificación integral respecto a la presión tributaria. Fuera de los programas sectoriales, no hay ningún cambio previsto.

-Hay quejas empresarias acerca de que el precio de un bien, sea un alimento o una camisa, tiene un 40 o 50% de impuestos, ¿qué responde?

-Hay informes armados desde un modelo teórico y hay información tergiversada. Hay gente que dice que las pymes pagan el 106% de impuestos de lo que ganan. ¿Todas las pymes están en pérdida, ninguna gana plata? Hay cosas que están mal armadas o tienen una visión ideológica o propagandística más que un dato bien elaborado.

-¿El nivel de presión tributaria actual no puede ser un factor de desaliento de inversiones?

-Yo creo que no, habrá que ver situaciones puntuales. Recibo todos los días inversores, de todos los sectores. Casi todos preguntan si se va a reducir algún impuesto o tocar los derechos de exportación. Pero las inversiones están volando. En minería todo el tiempo hay anuncios nuevos. Y en muchos sectores las inversiones funcionan bien por el escenario internacional e interno, por recursos naturales, humanos y tecnológicos. Obviamente tenemos que normalizar la situación macrofinanciera. Marcar un sendero de desinflación que se frenó por algo que ocurrió a nivel mundial y trabajar sectorialmente. El acuerdo con el FMI no va a ser la solución para los problemas del país, es un marco para reestructurar la deuda y que dependa de nosotros para llevar adelante las reformas para que el país crezca en los próximos 10 o 15 años.

-¿Hay proyectos que dependan del acuerdo con el FMI?

-Lo que se necesita es más que nada tranquilidad. En los últimos meses vemos empresarios preocupados sobre un escenario de no acuerdo. Si Argentina no llegaba a un acuerdo, iba a llegar a un escenario de incertidumbre cambiaria, de aumento de la brecha. Disipado eso, todos siguen con la lógica que tenían. Hay sectores muy dinámicos que dan un piso de crecimiento bueno para tener una macro más ordenada, con fundamentos para bajar la inflación y una mejora de la situación fiscal. En Argentina se generó una discusión un poco ideologizada sobre si el superávit es conservador o de derecha y el déficit es de izquierda. Es algo absurdo. Si fuera así, Néstor Kirchner hubiera sido un presidente de derecha y Mauricio Macri uno de izquierda. Es ilógico plantearlo así.

-¿Todo el Gobierno comparte esa visión sobre el aspecto fiscal?

-Yo creo que sí pero a veces en la discusión se confunden los términos. La discusión de fondo es cómo se llega al superávit. Hacer recortes de obra pública o jubilaciones no lleva al equilibrio porque profundiza procesos recesivos, como le sucedió a Macri. Si crecemos y el ingreso fiscal sube más rápido que los gastos, eso es virtuoso y permite no tener un ajuste fiscal.

-¿Los aumentos de tarifas van a impactar en comercios o pymes?

-Los aumentos que están previstos no son disruptivos como en el pasado que cambien la ecuación económica. Se está trabajando fuerte en la segmentación para los hogares que me parece una cuestión central. Modificar eso va a ser importante para la justicia social y para reducir el déficit. Comercios e industrias ya han tenido aumentos, y los que se proyectan no van a generar efectos disruptivos. El año pasado hubo algunos aumentos de tarifas y no pasó nada, la industria siguió creciendo y no tuvo mayores dificultades para tener su rentabilidad.

-¿Un aumento de tasas de interés va a encarecer el acceso al crédito para las pymes?

-No porque hemos implementado políticas de financiamiento pyme que fueron exitosas. Estamos en un récord, el 52% de los créditos son a pymes. De cada 100 pesos que se prestan al sector empresario para inversión, 52 van a las pymes. Eso tenía que ver con mecanismos de subsidio de tasas con la banca pública y garantías públicas. Todo esto va a seguir existiendo, está garantizado.

-¿Hay posibilidad de que se aprueben en el corto plazo las leyes vinculadas a lo productivo (agroindustrial, movilidad sustentable, cannabis medicinal e industrial, entre otras)?

-Esperamos que puedan ser tratadas cuando el Congreso vuelva a trabajar. Creemos que van a ser acompañadas esas leyes. Fueron muy discutidos, pasaron por el Consejo Económico y Social, después de haber sido trabajados durante un año por distintos sectores. Tiene mucho respaldo en los sectores productivos y sociales. La ley de desarrollo del cannabis ya tiene media sanción y apoyo político no solo del Frente de Todos.

-¿El ordenamiento macro que exige el acuerdo con el FMI no puede traer más restricciones para lo productivo?

-Todas estas reformas en lo productivo están incorporadas en la negociación con el FMI. No es algo que sea novedoso. Van a ser factores de crecimiento para la economía. Al mismo tiempo, todos los proyectos que hemos presentado han tenido incentivos de producción incremental. Con las automotrices, por ejemplo, nos pasó que nos pidieron reducir los derechos de exportación, pero la situación fiscal era complicada. Lo hicimos por la producción incremental, y todo lo que producen por encima de lo que produjeron en 2020, pagan 0 por ciento. Vamos por ese camino. No es que vayamos por el camino de reducir impuestos y ver lo qué pasa. En la medida que los sectores productivos se recuperen positivamente, eso tendrá una menor carga impositiva. Compartimos los riesgos y los beneficios entre el sector productivo y el Gobierno.

Fuente; Infobae

Te puede interesar